Los inversores mostraron hoy sus dudas sobre cómo hará el gigante tecnológico para integrar en su negocio y hacer rentable a Skype, una popular compañía con 170 millones de usuarios conectados en todo el mundo pero que no cobra por sus servicios y que acumuló unas pérdidas de 6.9 millones de dólares el año pasado.
Por ello, Microsoft acabó hoy con un descenso del 0.62 por ciento, al tiempo que ha visto caer su valor en bolsa el 8.03 por ciento en lo que va de año afectada por la caída de las ventas de los ordenadores que llevan su software ante el auge de las tabletas electrónicas como el iPad.
La compra de Skype podría ayudar a impulsar las ventas de teléfonos móviles con el sistema operativo Windows Phone 7, con el que Microsoft hasta el momento ha tratado sin mucho éxito de hacerse fuerte en el mercado de los "smartphones", dominado por el sistema iOS de Apple (instalado en los iPhones) y por Android, el software desarrollado por Google.
De cualquier forma la noticia de que el mayor fabricante de software del mundo ha acordado realizar la adquisición más agresiva de su historia -que supera los 6,000 millones de dólares que pagó por aQuantive en agosto de 2007- motivó el ánimo comprador de los inversores, de forma que el sector tecnológico ganó en su conjunto el 0.85 por ciento.
En ese sector Microsoft no fue la única compañía en sorprender esta jornada a los inversores, ya que este martes el buscador de internet Google por fin lanzó su esperado sistema de almacenamiento remoto de música, que permite al usuario subir y acceder a sus canciones desde la red y a través de aplicaciones para dispositivos Android.
El gigante tecnológico, que realiza ese movimiento después de que la tienda por internet Amazon (1.56 por ciento) lanzase un sistema similar en marzo, ganó el 0.93 por ciento esta jornada, en la que además destacaron los aumentos de otras grandes empresas del sector como Adobe (2.3 por ciento), Hewlett Packard (1.34 por ciento), Intel (1.19 por ciento) o Cisco (1.08 por ciento).
Si las noticias procedentes del ámbito empresarial motivaron el tono alcista de la jornada, las macroeconómicas lo reforzaron después de que se conociera que China, la segunda economía del mundo y líder en exportaciones, registró en abril un superávit comercial de 11,430 millones de dólares, con lo que consolidó su recuperación tras el déficit del pasado febrero y el pequeño superávit de marzo.
El volumen de comercio exterior chino alcanzó los 299,950 millones de dólares el mes pasado, lo que supuso un crecimiento del 25.9 por ciento interanual, un dato que fue muy bien recibido entre los inversores neoyorquinos, que siguen muy de cerca la evolución de la economía del gigante asiático.
Las buenas noticias procedentes del mayor consumidor energético del mundo junto a Estados Unidos presionaron al alza el precio de del petróleo de Texas, que subió esta jornada el 1.29 por ciento y cerró en 103.88 dólares por barril, con lo que encadenó dos días consecutivos de avances después del desplome de la semana pasada.
El jueves pasado los operadores habían visto con gran temor la caída del 8.64 por ciento que vivió el llamado "oro negro", que los inversores temieron que se tratase del estallido de la burbuja especuladora que se ha formado en las materias primas, pero ese miedo se disipaba esta semana.
Así, el Dow Jones de Industriales, la principal referencia de Wall Street, logró terminar hoy la jornada con un avance del 0.6 por ciento -hasta las 12,760.36 unidades-, de tal forma que ese índice lleva ya tres días cerrando en terreno positivo, lo que también contrasta con el descenso acumulado del 1.34 por ciento de la semana pasada.