El Ejecutivo comunitario considera que la transacción "no obstaculizará de manera significativa la competencia efectiva en el espacio económico europeo (EEE)", ha informado en un comunicado.
La empresa resultante de la fusión "continuará contando con la competencia de varios productores bien establecidos en el mercado", ha señalado la Comisión.
Bruselas ha analizado en particular el impacto de la transacción en los mercados de camiones pesados, autobuses, chasis y motores diesel.
La nueva compañía se convertirá en el primer fabricante europeo de camiones pesados, mientras que en el caso de los autobuses ocupará el segundo puesto en Europa y el primero en ciertos sub-segmentos de mercado (autobuses urbanos, interurbanos o autocares) en algunos estados miembros.
No obstante, la investigación de la CE ha demostrado que los mercados europeos de camiones pesados y autobuses "seguirán contando con competencia tras la fusión", ya que la nueva entidad compartirá mercado con "fuertes y bien establecidos competidores", como Daimler, Volvo, Iveco, DAF, Solaris o VDL.
En cuanto a los motores diesel, la Comisión ha tenido en cuenta que la entidad resultante fabricará motores destinados a la industria, la náutica y grupos electrónicos a diesel (GenSets), segmentos en los que existen competidores sólidos como Caterpillar, Tognum, Volvo o Cummins.