Bruselas ha concluido que la operación no reducirá la competencia en el sector, puesto que hay suficientes proveedores alternativos con cuotas de mercado significativas, tanto en la oferta de electrodomésticos como en la fabricación y comercialización de muebles de cocina, señala la CE en un comunicado.
La investigación reveló que la integración propuesta no generará solapamientos, aunque sí dará pie a una relación vertical en Alemania, donde Alno genera la mayor parte de su volumen de negocios.
En este mercado, la empresa alemana comercializa los muebles de cocina junto con los electrodomésticos, de los que precisamente la nueva propietaria es productora.
Whirlpool, que tiene su sede en Estados Unidos y cotiza en la bolsa de Nueva York, fabrica y comercializa a nivel mundial una línea completa de electrodomésticos y productos relacionados, tales como lavadoras, neveras, aparatos de cocina y lavavajillas.
Bruselas recibió la notificación de la adquisición el pasado 12 de octubre.
La Comisión analiza las adquisiciones de empresas para asegurar que se ajustan a las normas del mercado interior y de la competencia, esto es, que una fusión no implica una reducción de la competencia en un sector ni, por consiguiente, el fin de la capacidad de libre elección para el consumidor, según recordó en su comunicado.