La FHFA demandó en 2011 a 18 bancos que le vendieron hipotecas a las agencias hipotecarias estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac dándoles conscientemente datos falsos sobre su calidad.
En la crisis financiera que comenzó en 2007 los papeles perdieron mucho valor, por lo que el Estado tuvo que rescatar a las agencias inmobiliarias.