Akerson, quien ha capitaneado GM desde septiembre de 2010, un año después de la salida del gigante automovilístico de la quiebra, afirmó ante alrededor de un centenar de accionistas reunidos en la sede de la empresa en Detroit, que la compañía "tiene mucho que hacer".
"Somos una compañía que tiene mucho que hacer. Hemos realizado un avance tremendo pero nadie ha dicho que va a ser un paseo, por utilizar una expresión deportiva", afirmó Akerson.
Tras declararse en quiebra durante un mes a mediados de 2009 y recibir 60.000 millones de dólares en ayudas de las autoridades de Estados Unidos y Canadá para proceder a su reestructuración en Norteamérica, GM ganó en 2010, su primer año de operación tras el "renacimiento", 4.688 millones de dólares.
Además, GM dijo el pasado 5 de mayo que en el primer trimestre de 2011 ganó 3.151 millones de dólares, un 264 % más que en el mismo periodo de 2010.
Desde 2010, GM ha devuelto a Estados Unidos y Canadá 5.700 millones de dólares en préstamos y ha realizado una Oferta Pública de Venta de acciones que le ha permitido volver a cotizar en los mercados de valores de Nueva York y Toronto.
La vuelta a la bolsa permitió que el Departamento del Tesoro estadounidense recuperara 23.100 de los 50.000 millones de dólares que entregó a GM en 2009 para su reestructuración.
Al referirse a todos estos acontecimientos, Akerson dijo que "estos 18 meses han supuesto un despliegue vertiginoso de actividad" tras casi desaparecer y "hacer historia".
"Los últimos años han sido muy difíciles para General Motors y el sector", añadió Akerson.
Pero el presidente de GM también se mostró optimista sobre los próximos años y dijo que "el futuro será tan increíble como lo han sido los pasados años".
En este sentido, Akerson señaló que no está preocupado por el reciente bajón en la cotización de las acciones de la compañía, que han caído casi un 25 % en 2011 y hoy cerraron a 28,5 dólares, su punto más bajo desde que volvieron a la bolsa en noviembre de 2010 con un precio inicial de 33 dólares por título.
Akerson puso como ejemplo de la confianza que tiene en la empresa las recientes adquisiciones de acciones que ha realizado de la compañía por valor de 1 millón de dólares.
Afirmó que está convencido del éxito de la estrategia de GM y su equipo de gestión por lo que no tiene problemas en invertir en el fabricante.
"Creo que el presidente de una compañía tiene que creer en la estrategia de la compañía" explicó.
Entre las estrategias de futuro de la compañía, Akerson mencionó la revisión de los procesos globales que la empresa está realizando para simplificar su producción.
El presidente de GM también se refirió a la estrategia de las cuatro marcas que ahora componen GM en Norteamérica (Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC) y dijo que quiere que estos nombres vendan más automóviles en el extranjero, especialmente Cadillac y Chevrolet.
Akerson incluso se permitió el lujo de comentar sobre la situación económica de Estados Unidos y ofrecer su consejo a los gobernantes estadounidenses.
"Hay mucha incertidumbre sobre la recuperación que no está creando puestos de trabajo, la fortaleza que va a tener esa recuperación. Hay mucha preocupación sobre los precios del petróleo" dijo Akerson.
Con referencia al déficit fiscal estadounidense, estimado en 14.300 billones de dólares, Akerson dijo que el Partido Demócrata y el Partido Republicano "no deberían subestimar (el riesgo) y jugar con nuestra calificación crediticia nacional".