Y, el Estado, es una institución creada a fin de satisfacer y velar por los bienes e intereses de sus ciudadanos. Las leyes de los Estados no están destinadas a proteger únicamente a sus propios integrantes, sino también, a cualquier persona que se encuentre en su territorio por cualquier causa.
Para lo anterior, requiere recursos para cumplir con cada finalidad: llevar energía eléctrica a todo el territorio, dotar con plantas de agua potable, construir carreteras y autopistas para el traslado de materia prima, seguridad pública, recolección de basura e instituciones de impartición de justicia, entre otros.
Los impuestos se aplican por ejemplo, a servicios públicos, ropa, autos y viajes; pero no, a productos señalados de primera necesidad como los destinados a la alimentación (en su mayoría) y las medicinas de patente.
César Castañeda, socio encargado del área de derecho fiscal de Kroy Abogados, comenta acerca de los impuestos. "Es un hecho, desde la primera forma de Gobierno, siempre han existido los impuestos. Más allá de las leyes o razas, el Estado necesita recaudar para cubrir las necesidades públicas: seguridad en las calles, alumbrado público; y paga por ello", señaló.
A ciencia cierta, fue el abuso de poder el que dio lugar a algunas arbitrariedades que perjudicaron a otros, por ello surgió la idea del derecho fiscal que es un conjunto de normas que regulan y limitan el poder del Estado para determinar los impuestos. Por ejemplo: quién debe pagarlos, sus límites y cómo calcularlos.
A las normas que regulan y limitan el poder del Estado para determinar los impuestos, se le conoce como derecho fiscal, por ejemplo: quién debe pagarlos, sus límites y cómo calcularlos
Comercio exterior
En esta rama se parte de la idea de que cada Gobierno defiende su soberanía, a sus trabajadores y protege las fuentes de empleo dentro del territorio nacional. Lo primordial y su finalidad, es cuidar e incentivar el mercado interno. Para ello, lo común es que los Estados establezcan impuestos a la importación de bienes y servicios; que no sea más lo que entre o lo que salga del país. Si México, que produce maíz, quiere importar maíz, sí lo puede hacer, pero con su impuesto correspondiente.
TLCAN
Por otra parte, son muchos los países que firman un Tratado de Libre Comercio con el fin de vender y comprar de una manera equilibrada y sin impuestos de por medio. Hasta el momento, el presidente estadounidense Donald Trump, podría salir del TLCAN (Estados Unidos, Canadá y México), acto que, de concretarse, el comercio exterior sería más costoso para todos. México no solo debe estar a la expectativa de las políticas implementadas por Trump, sino que a su vez, debería desarrollar planes y programas paralelos para disminuir los efectos negativos de dichas medidas, e incentivar el comercio con otras áreas y países del mundo.