De esta manera, la acería shanghainesa registró el año pasado una ganancia neta de 10,310 millones de yuanes (1,250 millones de euros, 1,640 millones de dólares).
En 2012 las ganancia de operación de Baosteel se vio afectada por la estrechez de los márgenes de beneficios en el sector siderúrgico chino, debido a la caída de la demanda de acero por efecto de la crisis, en combinación con el encarecimiento del hierro y el exceso de capacidad de producción en el país.
Por estos motivos la compañía vendió en marzo su filial de acero inoxidable y aceros especiales, una de sus principales fuentes de pérdidas, a su propia matriz, la corporación estatal Grupo Baosteel.
La venta de esos activos, valorados en 45,200 millones de yuanes (5,377 millones de euros, 7,200 millones de dólares), permitió a Baosteel ganar unos 9,580 millones de yuanes para compensar la situación (1,140 millones de euros, 1,520 millones de dólares), según las estimaciones que dio entonces ante la Bolsa de Shanghái.
De hecho, los ingresos netos de la acería cayeron un 14.08 por ciento durante 2012, y fueron de 191,470 millones de yuanes (23,216 millones de euros, 30,794 millones de dólares).
Baosteel anunció precisamente esta semana que aumentará en febrero, por tercer mes consecutivo, sus precios para sus principales productos de acero enrollado en caliente y en frío.
La siderúrgica shanghainesa, cuya política de precios suele ser la referencia que marca la tendencia del resto del sector en China, espera compensar así, con un encarecimiento mayor que en diciembre y enero, el aumento de los costos del hierro, así como aprovechar la recuperación de la demanda nacional que se espera para 2013.
Baosteel empezó a elevar sus precios en diciembre, después de mantenerlos intactos durante noviembre y octubre pasados en espera de la evolución del mercado.
Una de sus grandes competidoras, Jiangsu Shagang, la mayor acería privada china, también ha anunciado ya que seguirá la misma tendencia marcada por Baosteel desde diciembre y encarecerá sus barras de acero reforzadas.
Los precios del hierro aumentaron un 30 por ciento en diciembre para las acerías chinas, por la caída del suministro de las mineras internacionales ante las vacaciones navideñas, que las siderúrgicas del país asiático compensaron utilizando parte de sus reservas.
La demanda de acero desde el sector chino de la construcción sigue bastante débil por efecto de la crisis internacional y de los esfuerzos de Pekín por contener el crédito y la burbuja inmobiliaria en sus grandes ciudades, pero empieza a recuperarse por parte de los fabricantes de maquinaria y electrodomésticos.
A eso se suma que las ventas de automóviles en China aumentaron un 8.2 por ciento interanual en noviembre, y se espera que las asociaciones de fabricantes anuncien en los próximos días que el sector ha vendido más de 19 millones de unidades en todo el país durante 2012.
Baosteel suministra por sí sola cerca de la mitad de las láminas de acero para automoción que se utilizan en China.