En el Congreso Mundial de Móviles que del 27 de febrero al 2 de marzo se realiza en esta ciudad del noreste de España, el organismo internacional de operadores móviles indicó que las conexiones 4G en América Latina pasaron de 51 millones en 2015 a 113 millones a finales de 2016.
La previsión es que superen los 300 millones a finales de la década, y con esa cifra las conexiones 4G representarán un 40 por ciento del total de la región en ese momento.
A finales de 2016, 97 operadores lanzaron redes en 39 países americanos y las redes 4G cubrían el 68 por ciento de la población, mientras que al 2020 se espera sea del 83 por ciento.
El organismo organizador del Congreso de Barcelona consideró que estos datos demuestran la relación de la cuarta generación con los “smartphones”, que representaron un 55 por ciento del total de conexiones en la región a finales de 2016.
“Las fuertes inversiones de los operadores móviles en Latinoamérica impulsan la migración a redes de alta velocidad, pero se necesita modernizar la regulación para el desarrollo del ecosistema digital regional e incentivar aún más la innovación”, dijo el director de GSMA en América Latina, Sebastián Cabello.
Abundó que por ello “se recomienda a los gobiernos promover una mayor calidad de servicio e innovación a través de la competencia, en vez de perpetuar reglas y obligaciones ya obsoletas”.
La GSMA refirió que en América Latina el despliegue de las redes de quinta generación (5G) comenzará a partir del 2020, “y serán construidas sobre la base del éxito alcanzado con 4G para brindar redes y plataformas que impulsarán la continua transformación digital de la sociedad”.
La previsión con esta nueva tecnología es empuje del Internet de las Cosas en forma masiva, comunicaciones críticas y nuevas aplicaciones generadas para esa banda ancha.
Para ello, será necesario contar con un espectro nuevo y ampliamente armonizado, tanto en bandas de frecuencia baja como alta, por lo que “es urgente establecer las bases para apoyar la adopción de esta nueva tecnología”.