Dos siglos antes de que las computadoras y los dispositivos móviles cobraran relevancia en nuestras vidas, la primera programadora de la historia ya imaginaba la existencia de una máquina capaz de seguir instrucciones, realizar cálculos o, incluso, pensar por sí misma. Por si fuera poco, la “encantadora de números” desarrolló el primer lenguaje de programación mediante la descripción de algoritmos, por lo que no es una sorpresa saber que el premio a la Mujer Tecnóloga, que desde 2019 entregan la Universidad Iberoamericana CDMX y la Ibero Puebla, lleva su nombre.
En nuestro país, las mujeres representan el 39% de la población económicamente activa[1] y cerrar la brecha de género representaría un aumento de cerca del 70% del valor actual del PIB[2], lo cual nos lleva a reconocer la urgencia de promover que cada vez más niñas y jóvenes desarrollen habilidades digitales y estudien carreras relacionadas con las TIC en México.
Ahora bien, tomando en cuenta que los estereotipos de género hacen que a los 15 años, solo 0.5% de las niñas de los países que conforman la OCDE quieren convertirse en profesionales de las TIC, en comparación con el 5% de los niños, es posible reconocer la gran oportunidad que tenemos en nuestras manos para que, desde temprana edad, cualquier persona pueda interesarse en una carrera STEM[3].
En ese sentido, espacios como el Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga ponen en evidencia que la igualdad de género es un asunto tanto de justicia como de economía. La oportunidad de participación es importante –por ejemplo, de cada 10 ingenieros en el país, 2 son mujeres–, pero también lo es el contar con referencias que demuestren que el 51.2% de la población en México cuenta con el talento y potencial suficientes para triunfar en áreas que deben dejar de ser predominantemente masculinas.
El papel que muchas mujeres han desempeñado en el mundo de la tecnología ha pasado desapercibido históricamente, por eso en AT&T México reconocemos la importancia de reconocimientos como este, no solo para resaltar el trabajo de quienes fortalecen la industria tecnológica en nuestro país, sino también para impulsar un compromiso real con la igualdad de género que nos ayude a asegurar un futuro con oportunidades para todas y todos.