Si bien conseguir un buen clima laboral es esencial para alcanzar la productividad dentro de las empresas, es igual de importante fomentar la sana convivencia entre las generaciones para cumplir ese primer objetivo.
Las generaciones que confluyen en una empresa suelen ser:
● Baby boomers. Nacidos entre 1946 y 1964
● Generación X. Nacidos entre 1965 y 1980
● Generación Y o Millennials. Nacidos entre 1981 y 1996
● Centennials o generación Z. Nacidos a partir de 1997
En términos de adaptación tecnológica, el primer grupo se considera análogo, el segundo se trata de inmigrantes digitales, mientras que los dos últimos son nativos digitales. Pero más allá de sus características, se trata de generaciones muy distintas entre sí en cuanto a valores, formas de entender la vida y el trabajo.
“Los Babyboomers y la Generación X se caracterizan por un gran respeto a la autoridad y la búsqueda de la estabilidad, así como la resistencia ante los posibles cambios, mientras que los Millennials y Centennials tienen un estilo de trabajo más participativo, cuentan con capacidad de adaptación y establecen relaciones extraprofesionales con los compañeros de trabajo”, señala Andrea Rojas, Head de Recursos Humanos en Runa, plataforma de nómina y gestión de Recursos Humanos.
Al gestionar de manera adecuada la diversidad generacional del talento, se incrementa también la creatividad, además de generar un sentido de pertenencia que aumenta el compromiso del empleado con la organización.
En este contexto, de acuerdo con Runa, estos son algunos consejos para alcanzar una mejor integración generacional en un equipo de trabajo:
● Analizar los canales de comunicación. Es importante revisar la interacción que puede existir en la forma de liderar, capacitar y reclutar al talento entre distintas generaciones, incluso de manera tecnológica; no es lo mismo dar instrucciones de manera directa al empleado que a través de un mensaje por WhatsApp o por correo electrónico. Las formas cambian. Además, no todas las generaciones tienen el mismo conocimiento sobre las herramientas tecnológicas.
● Fomentar el trabajo en equipo. Se debe buscar una sana combinación entre las aportaciones de los mayores: experiencia y conocimiento, con las ideas de los más jóvenes. Por ello, se tiene que buscar implementar proyectos en los que todas las generaciones aprendan algo de las demás, lo que se conoce como herramientas de coordinación intergeneracional.
● Integración. Este paso debe integrar el conocimiento y la experiencia de los Baby Boomers, la gestión y mesura de la Generación X,, y por último, la actualización y el manejo experto de las nuevas tecnologías de la Generación Y y Z.
● Conocer el talento. Los líderes deben darse la oportunidad de convivir de forma más directa con sus equipos de trabajo y que el trato no se limite sólo a un saludo. Es importante saber un poco más de los colaboradores, sus aspiraciones y saber lo que hacen dentro de la organización. Además, se tiene que proveer de espacios laborales acogedores donde todos los trabajadores puedan realizar sus actividades de la mejor forma posible.
● Equilibrar trabajo y tiempo libre. Buscar un balance entre trabajo y asueto en el equipo, sin dejar de lado el reconocimiento a las labores duras y la obtención de resultados, es clave para fomentar la integración de todas las generaciones. Se tienen que aceptar los distintos valores de cada generación, la idea es no imponer la de unos u otros.
Finalmente, Runa sugiere aprovechar al máximo todo lo que cada generación pueda aportar en beneficio de su crecimiento personal y de la organización. No hay ninguna generación que no aporte beneficios.