Además el ex candidato a la Presidencia de la República manifestó que sus secuestradores lo trataron "extraordinariamente bien", a pesar de que mantuvo discusiones duras con ellos relacionadas "con lo ideológico y con el secuestro mismo".
"Me trataron extraordinariamente bien, con todo lo que implica de brutalidad el secuestro, con todo lo que implica de atrocidad ese procedimiento siempre fui respetado, siempre fui atendido y desde luego ni ellos dieron un paso atrás en su posición ni yo lo di", reveló.
"Nos confrontamos siempre, con mucha dureza, con rompimientos frecuentes, pero con mucho respeto que desde luego agradezco y reconozco", señaló en entrevista televisiva con el periodista Joaquín López Dóriga.
Indicó que hubo discusiones "sobre todo lo que te puedas imaginar, relacionado con lo ideológico y con el secuestro mismo, con mucha dureza, de frente ellos y de frente yo.
“No podían dar la cara, porque sería mi muerte. Pero desde luego fueron personas que se confrontaron con el secuestrado con toda la dureza posible, pero sin faltarnos al respeto", añadió.
Agregó que durante su cautiverio meditó y pensó "fundamentalmente en el futuro, y uno de los temas que para mí será capital, y lo hablé con mis plagiarios, y está el compromiso con ellos de pensar y de luchar por grandes causas que reclama México, como son su pobreza, su injusticia y su impunidad".
"Creo que tenemos que hacer de México un país de leyes, de instituciones, no de secuestradores, no de asesinos, no de abusivos", agregó.
Antes, reveló además que fue dejado en libertad "algunos kilómetros distantes de algún pueblo", desde donde caminó "algunos kilómetros" para "darle gracias a Dios y empezar a ver el amanecer de un nuevo día, que en cierta forma para mí puede ser nuevamente el primer día".