Ahora no hay señal de alarma para México pero no podemos quedarnos sentados monitoreando el problema, tenemos que pedirle a la nación vecina que pueda tomar parte en la solución de este problema”, dijo Elvira Quesada..
El funcionario advirtió que el gobierno estadunidense debe intervenir para “no sólo dejar la responsabilidad en manos de una compañía que legalmente debe ser responsable; es un daño ambiental, las pérdidas de biodiversidad no se recuperan sólo con dólares”.
“Tenemos que actuar muy intensamente y en este caso por ser aguas territoriales norteamericanas, le compete al gobierno de Estados Unidos”, añadió Elvira Quesada en un receso de la reunión del 17 Foro de Ministros de Ambiente de América Latina y el Caribe.
Autoridades estadunidenses dijeron el jueves que el derrame en una plataforma frente a las costas de Lousiana es peor a lo estimado inicialmente, con una pérdida diaria de cinco mil barriles de crudo, cinco veces más que el cálculo inicial cuando estalló el problema el 22 de abril.
Elvira Quesada comentó que en comunicación con el secretario de Marina de México, Mariano Saynez, sugirió la activación del protocolo bilateral firmado en la década de 1980 entre México y Estados Unidos para atender ese tipo de incidentes.
“El problema ya no es de una compañía privada, de una plataforma petrolera, de un responsable financiero o legal; la solución hoy es pedirle al gobierno de Estados Unidos que pueda participar activamente en la solución, en el control de ese gran problema”, dijo.
Indicó que las autoridades mexicanas están alertas debido a que el problema escaló y pone en riesgo a los ecosistemas de la zona afectada.
“Hasta el día de ayer las cosas iban medianamente bien para México, mal para Estados Unidos, porque la mancha se mueve hacia el norte, está a unas horas de tocar los pantanos de la zona de Lousiana: éstos son ecosistemas muy, muy importantes”, comentó.
Señaló que como las corrientes marinas pueden cambiar en cualquier momento se necesita “primero solicitar atentamente al gobierno de Estados Unidos que puedan generar un área de atención a este impacto ambiental”.
En el mar “no hay límites, no hay muros, ni hay barreras; ese ecosistema lo compartimos y no queremos tener problemas dentro de los ecosistemas mexicanos”, añadió.
“Hasta hoy que escaló esto, consideramos que es conveniente y propicio atender esto de una manera distinta a como lo veníamos atendiendo”, agregó.