Además, sugiere que la Secretaría de Cultura, mediante el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, implante programas especiales en los estados donde haya lenguas a punto de desaparecer, a fin de fortalecerlas y desarrollarlas. Del total de las variantes, abunda, 72 se encuentran en peligro mediano de desaparecer y 185 en riesgo no inmediato.
En el punto de acuerdo, que analizará la Comisión de Asuntos Indígenas, resalta que la desaparición de una lengua es una pérdida irreparable para la humanidad, pues se inutilizan diferentes maneras de pensar, de cultura e identidad. Además, la extinción es una realidad aceptada por instituciones internacionales como UNESCO, ONU y de las que son responsables de las políticas públicas para la atención de los pueblos indígenas.
Reyes Álvarez puntualiza que las lenguas indígenas viven en una constante violación a su derecho de ser escuchadas y carecen de atención por los tres niveles de gobierno. Añade que México ha desatendido la diversidad lingüística que se tiene, “pretendiendo construir un país bilingüe de español e inglés”.
Menciona que existen pueblos indígenas que ya han aceptado que su lengua va a desaparecer y con ello piensan que parte de su cultura se dispersará y únicamente podrán comunicarse en castellano. Sin embargo, otros desean revertir esta tendencia y luchan por preservarlas y fortalecerlas.
Las políticas públicas en la materia, sugiere, deben construirse de manera integral considerando todas las lenguas involucradas en los diferentes pueblos originarios, por regiones y situaciones, observando los usos y costumbres lingüísticas.
El diputado del PRD argumenta que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, se busca cumplir el objetivo de convertir en 20 años al país en uno bilingüe -español-inglés-, siendo que México es una nación multilingüe.
Felipe Reyes puntualiza que la discriminación histórica hacia las lenguas indígenas ha impedido la construcción de sociedades multilingües. “Si no creamos programas especiales para su fortalecimiento y desarrollo, en los mismos 20 años que se piensa hacer a México un país bilingüe, esas lenguas en alto peligro de extinción habrán desaparecido”.
Llamó a complementar las acciones del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en esta materia, con programas especiales que realmente las fortalezcan y promuevan, a fin de evitar su desaparición, pues “cada cultura encierra una esfera de conocimientos única que es menester preservar para beneficio de las generaciones venideras”.