Para 80% de los mexicanos el agua se acaba

Estimaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), indican que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030. Asimismo, declaran que en un mundo cuyo número de habitantes supera los 7 mil millones, y que alcanzará una población de 9 mil millones de personas en 2050, debería ser clara la urgencia de mejorar las políticas y la conciencia para cuidar el agua.

Por Parametría
Etiquetas: 

00083730-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083731-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083732-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083733-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083734-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083735-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00083736-original.jpeg

Fuente: Parametría.

La organización internacional, señala que para afrontar la escasez de agua es precisa una definición clara e inequívoca, por lo cual especifican que “escasez de agua es igual a un exceso de demanda de agua para el suministro disponible. Esta percepción de escasez no es ajena para los mexicanos; estudios como el de Parametría, muestran que la mayoría de la población cree que el vital líquido escasea en el país. La proporción de personas que piensa que el agua se está acabando se ha incrementado; tres de cada cuatro personas (80 por ciento) lo afirman, seis puntos porcentuales más que en 2004; sólo uno de cada cuatro encuestados (18 por ciento) piensa que el agua sigue siendo suficiente.

Diversos organismos civiles locales e internacionales calculan que en el mundo hay aproximadamente entre 800 y 1,200 millones de personas que tienen dificultades para acceder o no tienen acceso al agua potable. En México, al 2010, el porcentaje de viviendas con disponibilidad de agua fue de casi 89 por ciento esto significa más de 74 millones de personas, el resto se abasteció de agua entubada fuera de la vivienda pero dentro del terreno que habitan, de pozos, ríos o arroyos, de la llave pública, o de otra vivienda.  De igual manera, de un total de 2,457 municipios del país, el 98 por ciento (2,410) contaban con servicio de agua potable.

Sin embargo, en el territorio mexicano hay diferencias en cuanto a la disponibilidad de agua. Las zonas centro y norte de México son, en su mayor parte, áridas o semiáridas: los estados situados al norte, por ejemplo, apenas reciben 25 por ciento de agua de lluvia. Caso contrario al de las entidades del sur y sureste (Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz de Ignacio de la Llave y Tabasco), las cuales reciben casi la mitad del agua de lluvia (49.6 por ciento), no obstante, sus habitantes tienen menor acceso al vital líquido, pues no cuentan con los servicios básicos, como drenaje y agua entubada dentro de la vivienda.

Para la población uno de los desafíos más grandes es la sequía; en la encuesta nacional en vivienda de Parametría, el 40 por ciento de los mexicanos afirma que ha sido el desastre natural que más le ha afectado en el último año. El aumento en la percepción de los entrevistados es considerable, once puntos porcentuales más que lo registrado hace un año cuando la opinión predominante era que ningún desastre en el ecosistema lo había afectado. Esto a su vez ha aumentado el conocimiento del problema de estiaje entre la población; en 2012 el 85 por ciento de los encuestados sabía del problema de sequía; en la actualidad el 91 por ciento de los habitantes conoce del desastre natural.

Esta idea es ratificada por el investigador Emilio Romero Polanco del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, quien estima que el 40 por ciento del territorio de la República Mexicana sufre algún grado de sequía, y que si bien es mayor en los estados del norte, se ha intensificado en la zona central del país y afecta labores importantes como: la producción agrícola, el abastecimiento público, las termoeléctricas y la industria autoabastecida de ríos, arroyos, lagos y cuerpos acuíferos.

La disminución de la disponibilidad de agua y la escasez de la misma, empieza a reflejarse en la percepción de la gente: 73 por ciento de los entrevistados ha tenido que comprar garrafones o agua embotellada para beber, y el 40 por ciento de ellos lo ha hecho por el problema de la sequía. El 38 por ciento de la población se ha quedado sin suministro de agua, y la mitad de ella a causa del estiaje;  el 29 por ciento de los encuestados mencionó no tener lo suficiente para comer y, una tercera parte de ellos (32 por ciento) argumentó que fue por la sequía; el 17 por ciento afirmó no realizar labores del hogar y de aseo personal, estas son las actividades que con más frecuencia se dejan de hacer por la falta de agua en el hogar.

Gustavo Paz, gerente de gestión de cartera de Proyectos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), afirma que la disponibilidad del líquido bajó a 4 mil metros cúbicos  por persona para 2011 y dicha volumen seguirá a la baja.

No obstante, ante la escasez del agua la mayoría de la población no ha tomado medidas o acciones para contrarrestar la falta de agua o sequía en sus hogares y/o en sus comunidades. Sólo tres de cada diez entrevistados (28 por ciento) declararon almacenar agua; dos de cada diez (17 por ciento) dijeron captar agua de la lluvia. En menor porcentaje se mencionó: comprar agua de pipas (13 por ciento), almacenar alimentos (11 por ciento), vender su producción agrícola y ganado (5 por ciento y 4 por ciento respectivamente), y/o vender su tierra y abandonar la comunidad (2 por ciento respectivamente).

Si bien la población no ha tomado medidas que aminoren los efectos de la sequía, sí ha tomado conciencia de la parte de responsabilidad que tiene en la atención al problema. Hace un año, el 42 por ciento de los mexicanos aseveraba que el gobierno federal era el único al que le correspondía atender los problemas causados por la sequía. Para mayo de 2013, la opinión cambio considerablemente. Ahora, sólo el 34 por ciento de las personas cree que el gobierno federal es el responsable de solucionar los problemas del estiaje, dicha opinión bajo y dio paso al aumento en el porcentaje de personas (34 por ciento) que opinan que a todos corresponde enfrentar los problemas generados por la escasez del agua.

De acuerdo con el estudio de la FAO, México enfrenta seis desafíos en el sector hidráulico: escasez; contaminación del recurso; impacto del cambio climático sobre el ciclo hidrológico; una administración que requiere la participación de todos los usuarios; desorden en el ordenamiento ecológico; y la necesidad de revisar y fortalecer el sistema de ciencia y tecnología.

La mayoría de la población mexicana (76 por ciento) concuerda con que la escasez de agua y/o la sequía en el país no sería tan grave si se implementaran algunos programas o acciones para el buen uso y cuidado del agua. Sin embargo, David Korenfeld Federman, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), afirma que el reto más importante y grave es que existe una reducción significativa en la disponibilidad de agua, pero para garantizar el acceso al agua para las futuras generaciones, incluyendo la alimentación, debe de regularse el acceso, la distribución y el uso del recurso inmediatamente, ya que mientras más tiempo pase los problemas se agudizan.