En su blog oficial precisó que el acoso cibernético consiste en hostigamiento, exclusión o manipulación, actitudes que afectan la integridad de las mujeres, aunado a que amenazan su privacidad, incluso su vida.
Las redes sociales, explicó, juegan un papel fundamental en los acosos de este tipo, debido a que la información que circula por esa vía se comparte sin algún filtro que valide la veracidad de la información.
En México, añadió, existen disposiciones constitucionales para la protección de las actividades en línea de niñas y adolescentes, sin embargo, es necesario consolidar una legislación homologada para las mujeres.
El instituto abundó que de acuerdo con el Suplemento Todas, es necesario que el tema de la violencia contra las mujeres evite la reproducción de estereotipos de género que refuerzan la naturalización de la violencia y la discriminación.
Este tipo de violencia, añadió, consiste en recibir insultos, denigrar y humillar a las mujeres, así como la difusión de mentiras, mensajes, contenido fotográfico e información confidencial.
Refirió que de acuerdo con el Módulo sobre Ciberacoso 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nueve millones de mexicanas han sufrido al menos un incidente de violencia digital.
La mayor incidencia, de 61 por ciento, se observó e Facebook, 30 por ciento en mensajería instantánea, y 9 por ciento en Twitter; además, 86.3 por ciento de los agresores eran desconocidos y 11 por ciento eran conocidos: amigos, compañeros de clase o trabajo, pareja o expareja, y familiar.