Al comparecer ante el Congreso del Estado, como parte de una rendición de cuentas anual, la fiscal general del estado, Verónica Hernández Giadáns, reveló que en esos cementerios clandestinos se encuentran un total de 95 cuerpos, sepultados por delincuentes.
La localización en fosas clandestinas se efectúo con la presencia de los colectivos de familiares de desaparecidos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Comisión Estatal de Búsqueda, la Comisión Ejecutiva de Atención Integral a Víctimas, y con el apoyo de fuerzas federales y estatales de seguridad.
Indicó que de los trabajos de recuperación y exhumación de restos humanos en 60 fosas, destacan los cementerios clandestinos ubicados en las comunidades La Guapota, Arbolillo, Atzacan, Campo Grande y el ejido “Mata Ortiz", así como en diversos municipios del estado.
Veracruz lleva casi dos décadas en una espiral de violencia relacionada con la operación de bandas del narcotráfico que se disputan el control territorial.
Informes de inteligencia indican la presencia de al menos cinco organizaciones criminales: del Cártel de Los Zetas, Gente Nueva Generación, Jalisco Nueva Generación, El Golfo, y Grupo Sombra, lo que ha acarreado cientos de víctimas sepultadas de manera ilegal.
El alto número de desapariciones provocó que 2018 Veracruz decretara una emergencia humanitaria y solicitara la intervención de organismos internacionales.
Lo que ocurre en Veracruz refleja la crisis de desapariciones en México, que el año pasado rebasó la cifra histórica de más de 100,000 personas no localizadas desde que hay registro en 1964.