Así lo manifestó el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, al subrayar que “nosotros no hemos bajado la guardia, seguimos trabajando todos los días de manera profesional, de manera insistente en todos los conceptos que hemos ofrecido a la paraestatal en espera de la última decisión que tome Pemex al respecto”.
Se sigue trabajando, dijo, en el tema del terreno y de los servicios a fin de cumplir en tiempo y forma con los ofrecimientos que se hicieron a la paraestatal “para que en su oportunidad asuma la resolución definitiva de este proceso de la instalación de la nueva refinería”.
Si al término de los 100 días naturales el gobierno de Hidalgo no pone a disposición de Pemex dichos terrenos, y en el caso de que el gobierno de Guanajuato si pudiese cumplir con dicha condición durante los 10 días naturales inmediatos posteriores, entonces, la ampliación de la capacidad de refinación se realizaría en Salamanca y la reconfiguración en la refinería Miguel Hidalgo en Tula.
Asimismo, el Ejecutivo estatal ratificó su respeto a la decisión tomada por Pemex sobre la resolución del sitio para la instalación de la nueva refinería.