La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó en un comunicado la muerte de Juan Pablo Pérez Santillán, ciudadano mexicano, que fue hallado muerto el pasado sábado 7 en el puente internacional Los Tomates-Veterans, entre Matamoros (México) y Brownsville (EE.UU.), por impacto de bala.
La Patrulla Fronteriza afirma que uno de los agentes disparó después de que presuntamente le lanzaran piedras en la ribera del río Grande (río Bravo en México), mientras que un segundo agente realizó disparos tras observar a alguien apuntándole con un arma desde el lado mexicano. Ninguno de los agentes resultó lesionado.
La Comisión indicó que observa con "suma preocupación" que esta no es la primera vez en que se dan incidentes de este tipo en la frontera, en los que hubo un "uso excesivo" y "desproporcionado" de la fuerza por parte de agentes fronterizos.
En este sentido, urgió a las autoridades estadounidenses a realizar una investigación "seria, seria, independiente, imparcial y efectiva" sobre esta muerte y otras que se hayan dado en circunstancias similares, y que se sancione a los responsables.
Asimismo, reiteró que Estados Unidos está obligado a "respetar y proteger los derechos humanos de todas las personas que se encuentran bajo su jurisdicción sin distinción de su situación migratoria".
El comisionado Felipe González, Relator de la CIDH sobre Derechos de los Migrantes, expresó que "en el contexto actual, es sumamente preocupante que algunos Estados recurran a medidas que responden a un enfoque de criminalización de la migración irregular".
González rechazó además que se adopten leyes que "van directamente en contra de los derechos de los migrantes y más aún que permitan la utilización de perfiles raciales en sus operativos de control migratorio".