Ubicada en el cauce del Rio Grande de Santiago, municipio de La Yesca, Nayarit, se trata de un proyecto desarrollado por completo en la actual administración federal, ya que su construcción inició el 27 de septiembre de 2007, su primera unidad entró en operación en octubre y la segunda comenzará a operar mañana 6 de noviembre.
Durante su construcción se generaron más de 10 mil empleos que beneficiaron principalmente a los habitantes de la región, y que generaron una importante derrama económica que promovió el desarrollo de diversas actividades de servicios, ampliando los beneficios económicos de la construcción de la presa a otras zonas de la entidad.
Este proyecto representó una importante inversión y constituye, junto con la presa El Cajón, uno de los dos proyectos hidroeléctricos más importantes realizados en el país durante los últimos 12 años.
La hidroeléctrica es representativa de la calidad de la ingeniería mexicana tanto por las innovaciones en su proceso constructivo como por los adelantos tecnológicos incorporados para su operación, destacó la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La Yesca, dijo, es además un proyecto emblemático de la política del presidente Calderón de impulsar la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, “con lo que ha contribuido de manera importante a alcanzar la meta de que al término de esta administración federal el 25 por ciento del parque de generación provenga de fuentes limpias”.
La hidroeléctrica La Yesca fue desarrollada bajo el esquema de Obra Pública Financiada (OPF) por el consorcio formado por las empresas Ingenieros Civiles Asociados/ Promotora e Inversora Adisa/La Peninsular Compañía Constructora y Constructora de Proyectos Hidroeléctricos, que fue el ganador de la Licitación Pública Internacional respectiva.
Al ser inaugurada, La Yesca se convertirá una de las cinco presas más altas del mundo, junto con la de Nurek, en Kasijistán, con 300 metros de altura y la Gran Dixense, en Suiza, con 285 metros.
Asimismo compartirá importancia con la presa de Inguri, en Georgia, la cual cuenta con 272 metros y Chicoasén, en Chiapas, con 262 metros de altura.