Por lo que respecta a la política más de 3 de cada 4 mexicanos consideran que hoy vivimos una condición peor a la que se tenía hace un año. 16 por ciento dice que es mejor, la mitad de quienes así opinaban al inicio del sexenio.
La seguridad es vista como peor por el 83 por ciento de los mexicanos, llevamos 5 trimestres consecutivos con el deterioro constante de esta medida.
La crisis económica (27 por ciento) y la inseguridad (27 por ciento) prácticamente son igual de mencionadas como principal preocupación ciudadana. En el caso de la “inseguridad”, subió en un año 14 puntos porcentuales y alcanzó la mayor cantidad de mexicanos que la ubican como principal problema del país en los últimos 10 años. Después de la “inseguridad”, el otro problema que más crece es precisamente el “narcotráfico”.
El 59 por ciento piensa que vamos por un rumbo equivocado, porcentaje similar al obtenido durante todo 2010 por lo que se llega a un promedio anual de 58 por ciento, que no es el peor que se ha medido ya que justo hace 6 años llegó a 61 por ciento.
Al llegar a 4 años de gobierno el presidente Calderón conserva niveles superiores a 50 por ciento al lograr 54 por ciento de aprobación ciudadana, porcentaje sin embargo inferior al que obtuvo al final de sus 3 años anteriores (59 por ciento, 61 por ciento y 58 por ciento).
La aprobación anual para 2010 termina con un promedio de 54 por ciento, constituyéndose de esta manera en el peor año en la evaluación ciudadana al menos de los 4 que hasta el momento hemos vivido.
Al llegar a los dos terceras partes de sus sexenios el mejor evaluado fue Carlos Salinas de Gortari con 77 por ciento, le sigue Ernesto Zedillo con 62 por ciento, y después Vicente Fox y Felipe Calderón alcanzan un idéntico 54 por ciento.
Se mantiene la disminución de la inflación como el aspecto de gobierno menos reconocido, a pesar de que los datos nos muestran que es una variable que no se ha afectado sustantivamente.
Los atributos que durante 2010 tuvieron un comportamiento favorable a Felipe Calderón son su experiencia para gobernar y su liderazgo, que al subir superaron al de cercanía con la gente.
La honradez sigue siendo el atributo personal que más se le reconoce, junto con la tolerancia, y en cambio el que menos se le reconoce es el de su preocupación por los pobres, aspecto que ha salido recurrentemente en último puesto desde el inicio de su sexenio.
El 32 por ciento reportan que Felipe Calderón tiene el control de lo que pasa y 62 por ciento que dice que las cosas se están saliendo de su control, estos datos prácticamente son los mismos que hemos medido desde abril de este año.