En México, mueren al año 13.7 niños por cada mil nacimientos

En México, la lactancia materna está en deterioro y es un factor que propicia que al año mueran 13.7 niños menores de un año por cada mil nacimientos, siendo Guerrero, Chiapas y Oaxaca las entidades con las tasas más altas por encima de 17 defunciones por cada mil, indicó la diputada Cristina Olvera Barrios (NA).

La también secretaria de la Comisión de Desarrollo Social, impulsa una iniciativa que reforma la Ley General de Salud, en su artículo 64, para que las autoridades sanitarias competentes establezcan al menos un Banco de Leche Humana (BLH) en cada entidad federativa, en los establecimientos de salud que cuenten con servicios neonatales.

Mencionó que actualmente en México solo existen 10 bancos de leche humana, que se ubican en el Distrito Federal, Estado de México, Zacatecas, Tabasco, Veracruz y Jalisco.

Olvera Barrios destacó que a pesar de los avances en materia de combate a la desnutrición infantil que se han experimentado en los últimos años, las cifras siguen siendo alarmantes en algunos sectores de la población, donde tan sólo el riesgo de que un niño o niña indígena muera por diarrea, desnutrición o anemia es tres veces mayor.

En tanto, continuó, en el grupo de edad de 5 a 14 años, la desnutrición crónica es de 7.25 por ciento en las poblaciones urbanas, y la cifra se duplica en las rurales.

Este deterioro, dijo, es resultado de no seguir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual promueve el fortalecimiento y prevalencia de la lactancia materna como alimento exclusivo a partir de las primeras horas de vida y hasta los 6 meses, continuada por dos años más, si así lo desean, por lo que “su promoción, protección y apoyo deben ser integrales, coordinados, financiados y evaluados con la participación del gobierno federal y demás actores”.

La legisladora por el Distrito Federal resaltó que cada año un 55 por ciento de muertes de lactantes es atribuido a enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas, mientras que menos del 35 por ciento de éstos en todo el mundo son alimentados exclusivamente con leche materna durante los cuatro primeros meses de vida.

Detalló que las prácticas inapropiadas de alimentación contribuyen a la carga mundial de morbilidad, incluida la malnutrición y sus consecuencias, tales como la ceguera y la mortalidad por carencia de vitamina A; problemas de desarrollo psicomotor, debido a la carencia de hierro y a la anemia; las lesiones cerebrales irreversibles, por deficiencias de yodo; y las consecuencias de la obesidad infantil en las etapas avanzadas de la vida.

La leche materna, aseguró, protege a los bebés contra la diarrea y las infecciones agudas de las vías respiratorias, estimula el sistema inmunológico del niño y la reacción a las vacunas; más aún, según ciertos estudios, entraña para el niño diversas ventajas de índole cognoscitiva, mientras que en las madres contribuye a su salud y bienestar, ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los recursos de la familia y del país, además de ser una forma segura de alimentación e inofensiva para el medio ambiente.

“Se considera una de las mejores apuestas de la salud pública. Para llevarla a cabo es indispensable la creación de BLH, como opción alternativa, cuando una madre no pueda alimentar directamente a su hijo. Para ello, deben ponerse en marcha acciones desde distintos niveles”, afirmó.

La creación de estos bancos de leche, añadió, tendrán la finalidad de establecer reservas de este alimento para dar seguridad al derecho que tienen todos los recién nacidos a una alimentación oportuna y gratuita, fomentará la lactancia materna y disminuirá el suministro de fórmulas, teniendo prioridad aquellos menores que no puedan ser amamantados.

Se podrá lograr la promoción de la lactancia natural, al apoyar a las madres que quieren amamantar a sus hijos y disminuir los riesgos inherentes a la alimentación artificial; se promoverá la alimentación exclusiva con leche materna a todos los bebés prematuros y enfermos hospitalizados y aquellos cuyas madres estén imposibilitadas para amamantarlos.

Además, contribuirá a la disminución de la morbimortalidad neonatal de los bebés prematuros hospitalizados, mejorará su crecimiento y desarrollo y reducirá costos de funcionamiento, ya que actuarán como centros de promoción, protección y apoyo a la lactancia materna y servirán como centros de capacitación para el personal de salud.

En este contexto, agregó, es propicio y urgente proponer la adecuación del marco jurídico y enaltecer la importancia de la alimentación y salud del menor, al establecer la responsabilidad y obligación del Estado para propiciar la creación de nuevos bancos de leche humana en todo el territorio nacional.

“Nos corresponde, en competencia de nuestras atribuciones, atender y resolver esta problemática a la brevedad, priorizando en todo momento la preocupación por el enorme número de lactantes y de niños pequeños del país que son alimentados de manera inadecuada, lo que hace peligrar su salud, crecimiento y desarrollo, y con ello, su propia supervivencia”, puntualizó.