El arquitecto y diseñador industrial e integrante Worldwide A. C., dijo que ha cumplido su promesa de paz que hizo hace 23 años, cuando se retractó de buscar venganza contra aquellos que mataron a su padre, el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria.
Al participar en el ciclo de conferencia de Era Familiar, que ofrece el Mundo Imperial con el tema: "Pablo Escobar, Una Historia para no Repetir", compartió ante los asistentes fotografías y breves documentales de la historia de su padre y la vida que compartió a su lado.
Así como las experiencias que vivió en su país, Colombia, antes de ser exiliado junto con su madre y hermana, y la violencia que le ha quedado a ese país, el cual espera que no se repitan historias como esas en países hermanos, como México.
Sebastián Marroquín, quien tuvo que cambiar su identidad por cuestiones de seguridad y ocultar su nombre original de Juan Pablo Escobar Henao, dijo que él se considera un defensor del gran poder que tiene la educación en la persona y la sociedad.
Aseguró que la educación va a permitir a todos generar paz y señaló que hubiera cambiado la historia de su país si en ese momento la educación fuera un derecho, y no un privilegio como lo es aún.
"Para mi el arma más poderosa que existe para enfrentar el problema de la droga en el planeta no es ni la DEA, ni la CIA ni el FBI ni los fusiles ni las armas ni la guerra, es la educación, esa es la única arma realmente eficaz y tristemente desprestigiada y es una pena que sea barato educar y más difícil castigar, meter a la cárcel es mucho más caro", detalló.
Marroquín resaltó que en su hogar nunca faltó el amor y el respeto a la familia. "Mi padre pudo ser claramente el bandido más duro de todos pero también fue un padre absolutamente amoroso conmigo, mi padre dentro de casa podría ser una persona absolutamente amorosa, tranquila, que no insultaba y que no amenazaba y no decía malas palabras y nos respetaba a mi madre, mi hermana y a mí y nos daba todos su amor", dijo.
Explicó que Pablo Escobar era un padre, que a pesar de la gran clandestinidad en la que vivía, siempre se las arregló para que él, su madre y hermana sintiera su presencia, su amor y afecto.
"Yo también soy hoy el resultado del amor y de la educación que él me dio por supuesto, mi madre tuvo un papel fundamental en mi vida cuando me querían matar", dijo.
El hijo de Pablo Escobar habló ante los asistentes sobre las series de televisión que relatan la supuesta vida de su padre como narcotraficante y lamentó que se han construido historias donde utilizan imágenes de lujo que en la vida real sólo les duró cinco minutos y los productores se han aprovechado para hacer historias de 80 capítulos, que generan un efecto devastador entre los jóvenes.
Lamentó que estas series envíen un mensaje a los jóvenes de que Pablo Escobar vivió toda su vida, a través de imágenes de lujo, y que todo fue de color de rosa, pura fiesta y muestran a un hombre todopoderoso, donde las balas no lo tocan y donde se esconde cada vez en mansiones más grandes y más bonitas.
Estableció que les han hecho creer que la vida al interior de esas organizaciones "es una vida color de rosa y de puro disfrute, de lindas chicas y automóviles, mansiones y de lujos, pero es lo primero que se le va y pierden".
"Yo sinceramente hubiera querido que mi vida fuera como me la han mostrado en la serie de televisión pero la verdad es que no fue así y las lesiones de vida aprendidas son completamente contrarias y opuestas a las que están dejado todas estas narcoseries", dijo.
Expuso que no se opone a "que se cuenten historias sobre la vida de mi padre y los narcotraficantes, pero sí a que se dignifique la actividad criminal".
Aseguró, que la vida de su padre no fue tan bonita como se la muestran en la serie de televisión es por eso que invitó a los televidentes a que sean críticos de lo que les están vendiendo, porque les están demostrando una realidad que nunca vivieron los colombianos.
El autor colombiano aseguró que el narcotráfico en apariencia les estaba dando todo, dinero y lujo, pero entre más tenían más pobres comenzaban a sentirse.
Al final el narcotráfico les trajo hambre, les quitó la libertad y la vida de los seres más queridos que tenían, además de que puso en riesgo su vida.
Dijo que Pablo Escobar, como un hombre ambicioso, llevó las cosas al límite para entrar a Estados Unidos con mucho dinero en efectivo, tomarse una foto turística en la Casa Blanca y conocer las instalaciones del FBI, lo que después le trajo consecuencias.
Sebastián Marroquín expresó que las autoridades locales actuales de Medellín, Colombia, quieren desaparecer la historia de Pablo Escobar, con lo que está en desacuerdo, porque el pueblo que no está capacitado para reconocer su propia historia y asumirla.
"Pablo Escobar fue parte de nuestra historia, por más que no sea una historia grata o digna, sin duda es parte de nuestra realidad, de lo que tenemos que aprender como sociedad y es una historia que hoy puede aplicarse en otro países", expuso.
Al final de su participación, el secretario de turismo de Guerrero, Ernesto Rodríguez Escalona, entregó una cajita de Olinalá por su participación y visita al puerto de Acapulco.