En su programa semanal digital "Con Peras, Manzanas y Naranjas", que se transmite los sábados por la noche, el líder congresista Moreira Valdez subrayó que no se analiza el perfil de quien fue elegida, sino su legitimidad política y la conducta del Ejecutivo federal. La solución, dijo, era alguien con experiencia en técnica jurídica indiscutible, para que este gobierno diera una lección de democracia al mundo, lo cual no pasó.
Consideró que para lograr consensos en el Senado, lo más conducente hubiera sido recurrir a perfiles experimentados como los que puede haber en el Instituto de Ciencias Jurídicas de la UNAM, la Barra de Abogados o el Colegio de Abogados de México y nombrar en el cargo a alguno de sus directores.
En ese sentido, el coordinador parlamentario del PRI aseveró que el Presidente pudo haber dicho "no se pusieron de acuerdo en la Cámara de Senadores, yo soy un demócrata, soy un respetuoso de la ciencia jurídica, y no quiero dados cargados en las votaciones porque la Corte es un tribunal constitucional, que resuelve lo más importante del país".
Indicó que no conoce a la nueva ministra, porque la verdad con respeto a ella, en el gran foro de abogados no es conocida, no ha estado presente en conferencias de la barra mexicana de abogados y no se conoce que haya construido textos fundamentales en la materia. Solo sé que pertenece a una familia de políticos afines a Morena, agregó.
En su oportunidad, el economista y analista, Mario Di Costanzo precisó que tenía más de 100 años que un presidente no designaba a un ministro de la Corte. Externó que esto solo deja un mensaje claro del autoritarismo del Ejecutivo, porque se sabe que no solamente se debe ser abogado sino experto en derecho constitucional ya que su labor es cuidar la Constitución y la persona que designaron no lo tiene.
Al respecto, el abogado Miguel Ángel Sulub afirmó que este nombramiento es un mal mensaje que muestra una falta de capacidad del Ejecutivo para conciliar y construir acuerdos. Mencionó que se politiza la justicia, se deja de lado privilegiar el profesionalismo y no inmiscuirse en los temas de política.