¿Cómo se siente el mexicano tras el cambio de año 2010-2011?

Se recupera algo del optimismo y 6 de cada 10 terminan por afirmar que en 2010 le fue mejor que en 2009; este resultado sin embargo no supera al 66 por ciento de 2006 y 2007. Mientras que 37 por ciento de los mexicanos dicen que 2010 fue peor año que el que vivieron en 2009.

Los ciudadanos pesimistas se concentran en las edades mayores de 50 años, en los niveles escolares y económicos bajos y en las zonas rurales.

La expectativa de un buen año está centrada en los méritos personales, así lo piensan más de 6 de cada 10 mexicanos; sin embargo esta proporción bajó respecto a años anteriores y crece la respuesta de los 3 tipos de gobierno, es decir, hoy los mexicanos ven un poco más importante lo que hacen los gobiernos como determinante de su bonanza o desgracia.

Lo más importante que espera les pase en 2011 a los ciudadanos es conseguir trabajo en la primera posición, seguido ahora de la economía que desplaza a la salud (hace 3 años, la salud era el principal deseo, hoy ya está en tercer lugar).

Es de destacar que 9 por ciento opina que mejorar su educación es su mayor deseo, valor que ha ido subiendo año con año.

Mientras la expectativa personal es buena y está centrada en la economía, la forma en que se ve al país es negativa y por primera ocasión el mayor deseo sobre lo que le debería ocurrir a México es "Disminuir la inseguridad", que desplaza a la economía.

Hace un año 15 por ciento deseaba mejorar la seguridad, hoy subió a 25 por ciento

Al pedir autoevaluación de 7 atributos la honestidad sigue siendo la mejor calificada que después de dos caídas se recupera a niveles de 2005 y 2006. La autoevaluación que menos crece es la de felicidad.

Al pedir autoevaluación de 7 atributos la honestidad sigue siendo la mejor calificada que después de dos caídas se recupera a niveles de 2005 y 2006.

La autoevaluación que menos crece es la de felicidad.

La buena sensación “personal” hace que las 7 autoevaluaciones mejoren y sigue siendo lo deportista lo único en que nos reprobamos.

A mayor juventud se sienten más sanos, felices y deportistas, pero menos honestos y religiosos.

Cuando se estudió en una universidad aumenta el sentimiento de honestidad, de salud, de seguridad, de confianza y de deportista.

Los niveles económicos bajos se dicen más religiosos.

Conclusiones

Hay una clara diferencia entre la forma en que ve su vida el ciudadano y la forma en que ve al país; mientras el fin de la crisis económica lo hace mejorar en evaluación, en expectativas y en ánimo personal, la presencia de la inseguridad los hace ver un país en problemas y con baja expectativa de mejorar.