Los ciudadanos pesimistas se concentran en las edades mayores de 50 años, en los niveles escolares y económicos bajos y en las zonas rurales.
La expectativa de un buen año está centrada en los méritos personales, así lo piensan más de 6 de cada 10 mexicanos; sin embargo esta proporción bajó respecto a años anteriores y crece la respuesta de los 3 tipos de gobierno, es decir, hoy los mexicanos ven un poco más importante lo que hacen los gobiernos como determinante de su bonanza o desgracia.
Lo más importante que espera les pase en 2011 a los ciudadanos es conseguir trabajo en la primera posición, seguido ahora de la economía que desplaza a la salud (hace 3 años, la salud era el principal deseo, hoy ya está en tercer lugar).
Es de destacar que 9 por ciento opina que mejorar su educación es su mayor deseo, valor que ha ido subiendo año con año.
Mientras la expectativa personal es buena y está centrada en la economía, la forma en que se ve al país es negativa y por primera ocasión el mayor deseo sobre lo que le debería ocurrir a México es "Disminuir la inseguridad", que desplaza a la economía.
Hace un año 15 por ciento deseaba mejorar la seguridad, hoy subió a 25 por ciento
Al pedir autoevaluación de 7 atributos la honestidad sigue siendo la mejor calificada que después de dos caídas se recupera a niveles de 2005 y 2006. La autoevaluación que menos crece es la de felicidad.
Al pedir autoevaluación de 7 atributos la honestidad sigue siendo la mejor calificada que después de dos caídas se recupera a niveles de 2005 y 2006.
La autoevaluación que menos crece es la de felicidad.
La buena sensación “personal” hace que las 7 autoevaluaciones mejoren y sigue siendo lo deportista lo único en que nos reprobamos.
A mayor juventud se sienten más sanos, felices y deportistas, pero menos honestos y religiosos.
Cuando se estudió en una universidad aumenta el sentimiento de honestidad, de salud, de seguridad, de confianza y de deportista.
Los niveles económicos bajos se dicen más religiosos.
Conclusiones
Hay una clara diferencia entre la forma en que ve su vida el ciudadano y la forma en que ve al país; mientras el fin de la crisis económica lo hace mejorar en evaluación, en expectativas y en ánimo personal, la presencia de la inseguridad los hace ver un país en problemas y con baja expectativa de mejorar.