“México está muy orgulloso de darle el maíz al mundo (.) Ahora México quiere darle al mundo la secuencia de ADN del maíz”, señaló Thomas Lumpkin, director general del Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) en rueda de prensa.
Explicó que México financiará el trabajo junto con otros donadores del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola (CGIAR) con el fin de ayudar a mejorar la producción y nutrición del maíz, así como la habilidad para enfrentar los retos que presenta el cambio climático.
La iniciativa parte de una alianza global de más de dos mil 50 socios que el CIMMYT y el CGIAR -la agrupación internacional de investigación agrícola más grande de mundo- con el objetivo de expandir y acelerar la investigación sobre el maíz.
El programa de investigación de la alianza contará con un presupuesto de 170 millones de dólares para ayudar a agricultores del mundo a duplicar la productividad de la tierra destinada a sembrar maíz e incrementar la resistencia del grano a los cambios climáticos.
Los principales socios son la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) de México, Instituto Internacional de Agricultura en África, Instituto de Investigación Agrícola de Kenia, la Fundación Syngenta dedicada a la agricultura sustentable y otros programas de investigación del maíz de CGIAR.
Por su parte, Inger Andersen, vicepresidenta del Banco Mundial para la Red de Desarrollo Sustentable, destacó la necesidad de aumentar la investigación porque dijo “sabemos que la producción alimenticia debe elevarse en 70 por ciento pero sabemos que la tierra disponible no va a aumentar”.
Recordó que el aumento en los precios de los alimentos desde junio del año pasado ha dejado en la pobreza a 44 millones de personas que viven con menos de 1.25 dólares al día.
Advirtió que un nuevo aumento del 10 por ciento en el índice de precios de los alimentos podría empujar a la pobreza a otros 10 millones de personas.
Agregó que la expectativa de crecimiento para la población global está estimada en más de nueve mil millones de personas para 2015 y para alimentar a todos la producción de alimentos se deberá incrementar en 70 por ciento, “los retos que enfrentamos son enormes”, dijo.
Asimismo hizo notar que el cambio en los hábitos alimenticios han puesto presión al sistema agrícola debido a que la gente come más saludable y ha cambiado al consumo de animales alimentados por granos, lo que incrementa la presión en la producción de granos.
Indicó que si bien la producción de maíz, trigo y otros granos se ha incrementado en los países desarrollados, no es comparable a la de la década de los años de 1970 cuando aumentó en 3.0 por ciento, ya que en la actualidad sólo se ha incrementado en 1.0 por ciento.
Explicó que el cambio climático también ha impactado el sector agrícola en los últimos 50 años debido a sequías, inundaciones y reducción de terrenos forestales que han reducido las cosechas en un promedio de 16 por ciento en el mundo y 28 por ciento en Africa.
CIMMYT es una organización para investigación que inició sus trabajos en 1943 en México financiada por la Fundación Rockefeller y el gobierno mexicano. En la actualidad cuenta con 110 investigadores con un presupuesto de 70 millones de dólares.