El secretario de Salud de Puebla, José Antonio Martínez, explicó en rueda de prensa que el domingo un total de 17 personas fueron ingresadas por el fuego de la explosión que dejó un muerto, ocasionada por una toma clandestina para robar combustible.
De estos heridos, tres fueron dados de alta de manera inmediata por quemaduras leves.
De los catorce heridos restantes, ocho están "graves". Y de estos, cinco de ellos están "intubados".
"Se consideran clínicamente como el gran quemado. Son pacientes muy, muy graves", agregó.
El funcionario estatal aseguró que se está brindando la atención adecuada a todos los pacientes, y se mantiene a las familias informadas.
En la madrugada de este domingo 31 de octubre se registraron tres explosiones de gran magnitud en este municipio de Puebla, que ocasionaron daños a 17 personas y graves destrozos en más de 50 viviendas.
Durante los hechos se evacuaron 2,000 personas de las cuales más de cien se mantienen en albergues habilitados.
Este lunes comenzaron los trabajos de levantamiento de escombros en la zona cero del accidente y arrancaron las investigaciones correspondientes.
Además, el Gobierno de Puebla decretó dos días de luto por el siniestro.
"Lamentable que haya perdido la vida una persona hasta ahora, y se encuentren heridos quince más, a causa de la explosión de un ducto de Pemex en Puebla", apuntó el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, este domingo en sus redes sociales.
Esta no es la primera ocasión en que el robo de hidrocarburo ocasiona graves accidentes en México.
El 18 de enero de 2019, el municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado mexicano de Hidalgo, acaparó la atención internacional debido a la explosión ocurrida en un oleoducto de Pemex, la cual dejó 137 muertos y decenas de heridos.
La explosión se produjo cuando centenares de vecinos aprovechaban una fuga en un oleoducto para sustraer gasolina, justo después de que el presidente hubiera declarado el combate frontal contra esta práctica, conocida en México como huachicol.