Calderón, que el próximo lunes se reunirá en Brasilia con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, iniciará su visita el sábado en Sao Paulo, en donde se encontrará con empresarios brasileños y mexicanos, y el domingo recorrerá las plantas en donde la petrolera Petrobras hace investigaciones sobre biocombustibles.
Brasil será la última escala en la gira por Suramérica que ya llevó al presidente mexicano esta semana a Colombia y Uruguay.
El jefe de Estado de México pretende firmar en Brasil un acuerdo de asistencia energética que permitirá la transferencia al país norteamericano de la tecnología y la experiencia que los brasileños ya han acumulado en la producción de biocombustibles.
México considera el acuerdo estratégico ante la reducción de su producción petrolera, la inestabilidad del mercado de crudos y la necesidad de reducir las emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero.
Además de visitar las instalaciones en las que Petrobras realiza investigaciones en biocombustibles y una planta piloto en la que la empresa brasileña produce etanol a partir de bagazo de caña de azúcar, Calderón tendrá una reunión con los principales productores brasileños de azúcar y etanol.
Tras el encuentro que tendrá el sábado con los integrantes de la poderosa Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp) y con el gobernador del estado de Sao Paulo, el líder opositor José Serra, el presidente mexicano se entrevistará con los dirigentes de la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica).
Brasil es el mayor productor y exportador mundial de etanol de caña de azúcar, y este combustible ya es más consumido que la gasolina por la flota de automóviles del país.
El gigante suramericano, que también comenzó a agregar biodiesel al diesel mineral, tiene cerca de cuatro décadas de experiencia en la producción de biocombustibles, y la mayoría de los vehículos que produce ya sale de las fábricas adaptado para consumir indistintamente etanol o gasolina.
El acuerdo de asistencia energética completará otros que ya han sido suscritos por los dos países para promover una cooperación entre Petrobras y la estatal mexicana Pemex.
La empresa mexicana está interesada en la gran experiencia que tiene la brasileña en la producción de petróleo en aguas profundas.
En las reuniones que tendrá con empresarios brasileños en Sao Paulo, Calderón intentará promover un aumento del comercio entre los dos países, que viene creciendo especialmente a favor de México, lo que le ha permitido a ese país disminuir su histórico déficit frente a Brasil.
Según datos del Ministerio de Desarrollo y Comercio de Brasil, las exportaciones brasileñas hacia México se mantuvieron prácticamente estables en los últimos cuatro años, ya que apenas subieron desde 4 mil 073 millones de dólares en 2005 hasta 4 mil 281 millones de dólares en 2008.
En el mismo período, en cambio, las exportaciones mexicanas hacia Brasil saltaron desde 843 millones de dólares hasta 3 mil 125 millones de dólares.
Calderón, tras participar en la noche del domingo en una cena privada ofrecida por Lula, tendrá el lunes una reunión oficial con el presidente brasileño, que después será ampliada a ministros de ambos países.