Aumenta el nivel de conocimiento de la Cruzada Nacional contra el Hambre

En el mundo, pese a los avances sociales en las últimas décadas, aún hay alrededor de 870 millones de personas que padecen hambre; la gran mayoría (852 millones) habita en países en desarrollo, y 16 millones viven en países desarrollados; 49 millones se encuentran en Latinoamérica y el Caribe; de los cuales 21 millones son mexicanos. Si bien, la cifra global de víctimas del hambre disminuyó de 1990 a 2007, de 2008 en adelante el proceso de reducción se ha hecho más lento.

Por Parametría

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Fuente: Parametría.

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En México, el gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, anunció iniciado este año la Cruzada Nacional contra el Hambre, con el objetivo de superar la pobreza extrema, el programa impulsado por el presidente de la República no es nuevo; programas que pretendían combatir la pobreza y la carencia alimentaria han existido en el país desde mediados de los años noventa. Ejemplos de ello son: 1) el programa Progresa, el cuál se aplicó desde 1997, bajo la administración de Ernesto Zedillo, 2) y continuó en el gobierno de Vicente Fox con la Coordinación Nacional del Programa Oportunidades, como órgano desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Social desde 2002.

En febrero de 2013, cuando recién se presentó el programa social, el 52 por ciento de la población había oído de la Cruzada Nacional contra el Hambre. De acuerdo con la encuesta nacional en vivienda de Parametría, el nivel de conocimiento del programa subió (24 puntos porcentuales) recientemente. Ahora, el 76 por ciento de la población a nivel nacional conoce o ha escuchado acerca de la Cruzada contra el Hambre. En el Distrito Federal, seis de cada diez capitalinos (65 por ciento) saben del programa; en el resto del país el conocimiento del programa social es mayor: ocho de cada diez (77 por ciento) identifica la cruzada.

Aunado a las diversas declaraciones u opiniones sobre otros programas asistenciales, han surgido cifras que refieren la pobreza en la que viven millones de mexicanos y cómo esto incide en el derecho a la alimentación de la población. Los números publicados en el informe 2010 de UNICEF y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), hablan de un México donde 81 de cada 100 habitantes vive bajo alguna condición de pobreza: 6 son vulnerables por su ingresos, 29  lo son por carencias sociales, 36 por su pobreza moderada y 10 por su situación de pobreza extrema. Estas proporciones cambian y, se acentúan al hablar de niños y jóvenes entre los 0 y 17 años.

En el país existen marcadas diferencias en los niveles de pobreza por ingresos entre las localidades con menos de 15,000 habitantes (rurales) y las de 15,000 habitantes o más (urbanas). Si bien la tendencia de cada tipo de localidades presenta una evolución en los niveles de pobreza similar a la directriz nacional, los niveles de pobreza en las zonas rurales son superiores a las urbanas, en especial en la pobreza alimentaria. En 2008, la incidencia de pobreza alimentaria en localidades rurales era tres veces la de las localidades urbanas.

Es así que la campaña contra el hambre pretende contrarrestar el bajo desarrollo humano de 21 millones de mexicanos (18por ciento de la población, cifra estimada en 2013) que viven en pobreza alimentaria en 400 municipios, que el Coneval seleccionó, por ser localidades que presentan los índices más altos de marginación social. El presidente Enrique Peña Nieto afirmó, que en una primera etapa, se beneficiaran 7.4 millones de personas, es decir, una tercera parte de los mexicanos que viven en pobreza alimentaria.

Sin embargo, la selección de las localidades contempladas en la Cruzada, ha sido cuestionada,  ya que el número de beneficiarios en comparación con el porcentaje de la población que padece de hambre no será el mismo. La lista de municipios inscritos en el programa, abarca algunos importantes destinos turísticos, soslayando otras localidades en extrema pobreza. Los periodistas, Érika Hernández e Itxaro Arteta, del periódico Reforma, encontraron que 40 municipios que sufren extrema pobreza no serán beneficiadas por la Cruzada porque su lugar ha sido ocupado por otros 40 municipios con comicios electorales con gran relevancia política o turística.

Los cuestionamientos sobre la gestión del programa contra el hambre y las denuncias hechas por darle uso proselitista a otros programas sociales, quizá han mermado la percepción favorable de los mexicanos sobre el programa. Seis de cada diez encuestados consideran que la cruzada, para contrarrestar la hambruna en el país, terminará siendo un programa más; esta creencia es mayor en los capitalinos, ocho de cada diez habitantes del Distrito Federal piensan que el programa Sin Hambre será uno más de tantos programas sociales que pretenden reducir la pobreza extrema en el país.

De igual manera, seis de cada diez (56 por ciento) entrevistados no creen poder beneficiarse del programa que pretende erradicar la pobreza alimentaria. Sólo cuatro de diez (36 por ciento) opina que puede ser favorecido o beneficiario del programa Sin Hambre. La negativa a ser ayudado con el programa social aumenta entre los pobladores de la Ciudad de México.

Existe cierto escepticismo sobre la efectividad de la Cruzada Nacional contra el Hambre. El 18 por ciento de los encuestados considera que el programa Sin Hambre es más efectivo para reducir la pobreza en el país que el programa social de Oportunidades. El 27 por ciento de la población general considera que ambos son igual de prácticos para disminuir la vulnerabilidad en la que viven el 81 por ciento de los mexicanos; y el 39 por ciento de los entrevistados piensa que el programa implementado en el gobierno de Vicente Fox, Oportunidades, es el adecuado para disminuir las precarias condiciones de la mayoría de la población. Esta percepción es similar en todo el país.

La campaña sobre la Cruzada Nacional contra el Hambre ha permitido que la mayoría de los mexicanos tenga claro quién es el responsable del programa, ya que ocho de cada diez personas (76 por ciento) asocia la Cruzada Nacional contra el Hambre con el gobierno federal.

Hace algunos días, el gobierno federal hecho a andar la Cruzada contra el Hambre en compañía del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien impulso en su país un programa similar llamado Hambre Cero (Fome Zero) logrando que 33 millones de brasileños salieran de la pobreza alimentaria en la que vivían.

En Brasil, de acuerdo con el informe del Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), no sólo se disminuyó la pobreza alimentaria, sino que también disminuyo la pobreza en general. Fome Zero consiguió reducir el número de pobres, de 44 a 29.6 millones de personas; la tasa de pobreza pasó del 27.8 por ciento al 28.1 por ciento en 2003, año en que se inició la implementación del programa Hambre Cero, y después bajo hasta el 15.4 por ciento en 2009. La mayor reducción en el número de personas se dio en el área urbana, pero en términos de proporciones, las mayores reducciones en las tasas de pobreza se dieron en las áreas rurales.

Aunque el Estado mexicano pretenda lo mismo con Sin Hambre, los indicadores de 2012 reflejan ciertas dificultades para lograr disminuir significativamente la pobreza alimentaria. El incremento en el precio de los alimentos ha repercutido en el poder adquisitivo de los ingresos laborales a partir del tercer trimestre de 2008. Las variaciones anuales del valor de la canasta alimentaria son muy grandes respecto al Índice Nacional del Precio al Consumidor, es decir, el crecimiento del valor de la canasta alimentaria es mayor que los salarios en general lo que reduce el poder adquisitivo del ingreso y aumenta los distintos niveles de pobreza en el país[19], sobre todo la alimenticia.

No sólo los indicadores y las estimaciones son reservados, la percepción de la población también se mantiene de igual forma. La Cruzada Nacional contra el Hambre es un programa reciente que difícilmente puede evaluarse, es posible que después de un tiempo, y de resultados benéficos para los mexicanos, la opinión sobre el programa Sin Hambre cambie.