Además, varias de las principales avenidas de la urbe, capital del estado de Nuevo León, fueron bloqueadas con vehículos pesados del sistema de transporte urbano que habían sido robados, una táctica habitual de la delincuencia organizada para generar caos e impedir que el Ejército y la policía reaccionen con rapidez.
El primer atentado ocurrió el domingo por la noche cuando desconocidos que viajaban en dos coches accedieron al estacionamiento de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio conurbado de Guadalupe y lanzaron un artefacto explosivo, precisó la fuente de la AEI.
La granada provocó que tres policías resultasen heridos por las esquirlas, así como daños en el edificio de la corporación y en varias patrullas que estaban aparcadas.
Horas después, la madrugada de este lunes, un grupo de pistoleros que viajaban en cuatro camionetas se enfrentó a los ocupantes de otro vehículo en calles de Monterrey, donde apareció muerto un hombre con disparos de arma de fuego.
En la misma zona, en el cruce de las calles Puerto Loreto y Puerto Marqués, los presuntos sicarios dispararon, durante casi una hora con armas largas contra un edificio, y lanzaron tres granadas, de las cuales una no estalló.
Al parecer, el tiroteo al vehículo y el ataque a la vivienda estarían relacionados entre sí, según las fuentes.
La Agencia Estatal de Investigaciones notificó además que en las últimas horas se registraron al menos cinco bloqueos sobre dos calles en los que se utilizaron vehículos pesados.
La zona metropolitana de Monterrey es disputada por dos cárteles del narcotráfico: el grupo del Golfo y sus antiguos aliados, Los Zetas, en un enfrentamiento armado que ha causado más de 200 muertos en lo que va de año en el estado de Nuevo León.
