Aunque las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el próximo 8 de noviembre, Trump, precandidato del Partido Republicano, madrugó mediáticamente.
Se ganó un espacio a través de los medios e impactó el debate público a través de su narrativa agresiva. El Partido Republicano no esperaba tener la emergencia de un individuo con características tan esquizofrénicas, pero tan efectivas, que lo han llevado a la cima de las encuestas, dijo en un primer análisis José Luis Valdés Ugalde, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).
Trump ya había alterado la política estadounidense, incluso antes de que el mismo Barack Obama fuera electo como “el primer presidente representante de una minoría étnica en el mundo desarrollado”.
El efecto Obama es notorio: su figura es ‘motivadora’ de la efervescencia y emergencia del racismo en Estados Unidos de sectores ultra conservadores, que Trump cristaliza muy bien; es ese resentimiento social y racial mayoritariamente blanco, representado por él y la élite del Partido Republicano, es un racismo que va contra todo lo que no sea blanco, incluso con posiciones de Ku Klux Klan, explicó Valdés Ugalde.
El exdirector del CISAN añadió que el primer punto que explota Trump es la exacerbación de las emociones. Todo lo que se le dice a Obama en contra es por su condición de afroestadounidense y Trump fue el que inició todo ello, al cuestionar el hecho de que el presidente estadounidense hubiera nacido o no en la Unión Americana.
La sobrestimación en las declaraciones del precandidato “es una equivocación por parte del gobierno mexicano, no ha habido suficiente creatividad para ponerle un alto por la vía de la ignorancia u otra estrategia, que no fuera la confrontación. Mi pronóstico es que no llegará al final de la contienda, pero eso no importa, porque ya generó crisis, creó una tendencia híperconservadora que ha planteado las cosas de forma maximalista”, reconoció.
Por su parte, Jesús Velasco, investigador de la Universidad Estatal de Tarleton, opinó que la política centrada en los candidatos ha hecho cada vez más costosas las campañas en EU.
“La agudización de este gobierno dividido se da bajo patrones de polarización ideológica. Los medios han perdido audiencia y la captan con sensacionalismo; la audiencia de las noticias nocturnas va más allá de 56 millones de telespectadores, los estadounidenses se educan por la televisión, los medios van más por el entretenimiento que por la información y Trump es prueba de ello”, apuntó.
Crisis política
Valdés Ugalde precisó que sin desatender el contexto, la política estadounidense se encuentra en un momento crítico; está a punto de perderse el equilibrio fundamental de los principios claves del liberalismo democrático, como el respeto a los derechos humanos, debido a una polarización histórica que se agudiza con el hecho de tener un presidente como Obama, representante de una minoría, y a un Partido Republicano en decadencia.
Trump se puede convertir en una tercera opción, en tanto que el partido no le dé la estatura y la categoría que merece; quizá representaría entre el cinco y ocho por ciento de la preferencia electoral, lo que llevaría paradójicamente a los demócratas, sin importar quién sea el candidato, a la Casa Blanca.
Ante esto, Silvia Núñez, directora del CISAN, indicó que la política estadounidense, que vive una situación de desgaste, se ha vuelto una especie de reality show. También debe revisarse cuál es la responsabilidad en esta crisis del jefe del Ejecutivo de EU, agregó.
“A México le impacta la mediatización de Trump y, por supuesto, lo que será la designación del candidato del Partido Republicano, tal y como está posicionado, ¿por qué?, porque vienen posiciones ultra conservadoras, ultra antimexicanas que pueden ser parte de la plataforma ganadora y esto tiene consecuencias para nuestro país que me parecen negativas”.
Hay muchos afectados: las mujeres, las comunidades minoritarias, los migrantes, la democracia política misma, porque la crisis interna ha provocado un proceso de autodestrucción tremenda, concluyó Núñez García.