Las fracturas en edificios, escuelas y casas dan certeza de que el territorio por el que se extiende la colonia fue un lago que después se convirtió en una zona chinampera, atravesada por canales con intensa actividad agrícola y comercial durante la época prehispánica.
El temblor dejó daños evidentes en todas las direcciones, desde la avenida del Taller hasta Fray Servando Teresa de Mier y de San Antonio Abad a la Calzada de la Viga; las banquetas se alzaron y en ellas, aún hay vidrios rotos y cascajo.
En el callejón Agustín Delgado que converge con Lorenzo Boturini, los vecinos esperan sentados frente a una mesa, han colocado una manta en la que solicitan apoyo técnico al Gobierno de la Ciudad de México, su unidad habitacional tiene daños menores, pero les preocupan las condiciones del edificio contiguo.
“No dormimos, no comemos, no estamos en paz, cada pedazo de cascajo que cae nos angustia”, señala la señora Jovita Chávez, una de las habitantes de la unidad que alberga 21 departamentos con 23 familias.
Explica que hasta ahora no existe un dictamen en el edificio que se extiende a lo largo de la cuadra y entre Xocongo y el callejón; sin embargo trabajadores entran y salen con viguetas de metal, materiales y herramientas para reparar los daños que dejó el movimiento telúrico al interior del inmueble.
Asegura que lo único que saben del dueño de la propiedad, en la que aún permanece una lona que se ofrece oficinas y bodegas en renta, es que se llama Jacobo y que es de ascendencia judía.
“Nos preocupa que lo estén maquillando, un director responsable de obra nos dijo que el edificio ya no sirve, necesitamos un dictamen real, queremos tener la certeza de las condiciones y si afecta nuestras viviendas”, comenta.
De acuerdo con la cronista, María Eugenia Herrera Cuevas, la Tránsito surgió como repercusión del movimiento obrero cardenista que impulsó la creación de viviendas populares, en respuesta a la creciente demanda de la población trabajadora y marginada.
En este contexto, en 1933 se definió el fraccionamiento de los terrenos de la Sociedad Cooperativa de Construcción y Consumo “Tránsito” y el trazo de algunas de las calles que persisten hasta ahora.
En otra de las esquinas, Samuel Ambrosio, de 32 años de edad, observa el colapso de un edificio en Tlalpan y Alfredo Chavero, explica que acudía una vez al mes a un taller de pintura como parte de las gestiones que tiene que realizar al ser un exreo.
“Soy de Toluca y vengo el primer martes de cada mes, no sabía que el edificio estaba así y no sé qué es lo que va a pasar”, afirma desde el cercado que impide el paso al edificio, que entre otras, albergaba oficinas del Sistema Penitenciario y una tienda de lencería en la planta baja.
En la calle, un grupo de personas uniformadas espera conocer el destino de su empleo en una tienda de ropa, Mary Méndez señaló que prefieren estar en el lugar y que el patrón sepa que están dispuestos a entrar al inmueble, que aún tiene vidrios rotos en su fachada, “lo que más nos preocupa es seguir recibiendo nuestra quincena por eso estamos aquí”, afirma.
El 19 de septiembre, pero de 1985 el sismo dañó las instalaciones de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), ubicadas en la calle Xocongo, una vez restauradas los politécnicos decidieron no regresar, sin embargo, el conjunto de edificios fue ocupado por la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Ahora, los estudiantes esperan el dictamen que determinará si regresarán a clases a continuar su formación como creadores de obras cerámicas, en vitral y esmaltes; desde las rejas, Cristina Granados pregunta a la vigilante si “se sabe algo”.
Ante la respuesta negativa, señala que esperará que las autoridades hagan público el dictamen, y refirió que durante su escape de las instalaciones no observó daños por lo que espera que las clases continúen en los próximos días.
Los sismos en la colonia Tránsito no son nuevos, todos recuerdan la desgracia de 1985 que ocasionó el colapso de talleres dedicados a la maquila de ropa donde trabajaban cientos de trabajadoras de la industria del vestido.
Hoy, la historia de alguna manera se ha repetido, a unas cuadras en la colonia Obrera se derrumbó un edificio dedicado a la fabricación de textiles que terminó con la vida de al menos 25 personas, cuyos cuerpos fueron rescatados de entre los escombros.
En Xocongo número 58 el inmueble de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social también tiene daños que ya son reparados por trabajadores, el ruido que ocasionan al subir y bajar material interrumpe el silencio que invade la zona en la que tampoco han reiniciado las clases en la secundaria Joaquín García Icazbalceta.
El tendero Raúl Sánchez afirma que todos en la colonia temen a los movimientos de la tierra “porque han ocasionado muchas lágrimas”; sin embargo, asegura que también saldrán de ésta y demostrarán “de que están hechos los de la Tránsito”.