Al impartir la conferencia “De la idea a la práctica. Política de recuperación del salario mínimo”, en la Universidad Panamericana, el funcionario capitalino agregó que el primer paso es que el salario mínimo se establezca en 89.26 pesos para que quienes trabajan en la escala más baja del sector formal salgan de la pobreza extrema, como lo ha impulsado el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Explicó que 89.26 pesos es la línea de bienestar mínimo, es decir, el ingreso necesario para que un adulto y un dependiente en el hogar puedan desayunar, comer y cenar.
En el mediano plazo, indicó, se debe seguir una estrategia gradual, prudente e incremental del salario mínimo hasta llegar a 180.98 pesos, que es el valor de la canasta ampliada.
El objetivo de llegar a 180.98 pesos, dijo, es cumplir con lo señalado en la Constitución Política con respecto al salario mínimo: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Chertorivski Woldenberg sostuvo que México está en necesidad de incrementar su salario mínimo y se encuentra en condiciones de hacerlo, ya que si se realiza de manera prudente no provocará inflación ni desempleo.
Un incremento sustancial del salario mínimo, afirmó, enviará un poderoso mensaje para abandonar la informalidad laboral.
“Cada peso adicional que reciban los trabajadores en la escala laboral más baja tendrá un efecto positivo y directo sobre el consumo”, indicó el secretario de Desarrollo Económico.
Asimismo, subrayó que reducir la desigualdad en el ingreso tendrá un efecto positivo sobre el desempeño de la economía.