Cambios normativos para fortalecer la gestión delegacional: Mario Palacios

En cumplimiento a su responsabilidad de rendición de cuentas, respecto del estado que guardó la administración pública durante el año 2010 en Benito Juárez y con el propósito fundamental  de sostener y mejorar la prestación de los servicios públicos en beneficio de preservar la calidad de vida de los habitantes juarenses, el jefe delegacional en Benito Juárez, Mario Alberto Palacios Acosta, acudió esta mañana al Palacio de la calle de Donceles, para establecer un diálogo y trabajo respetuoso con los diputados integrantes de Comisión de Administración Pública Local de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Ante la Comisión presidida por los C. diputados José Luis Muñoz Soria y Carlos Alberto Flores Gutiérrez, el jefe delegacional señaló que los recursos presupuestales asignados al órgano político administrativo resultan insuficientes para dar atención a todas las demandas de servicios públicos que requiere la ciudadanía. Y mucho más para avanzar en inversiones que modernicen  y fortalezcan la infraestructura y el equipamiento urbano.

Sin embargo, no solamente sería suficiente la asignación de mayores recursos, se requiere de manera urgente una revisión de los procesos administrativos establecidos para el ejercicio presupuestal, así como de las atribuciones conferidas a las delegaciones, para crear condiciones que permitan agilizar el gasto público y tomar decisiones rápidas en el ámbito de competencia.

En términos reales el presupuesto del año 2010 resultó menor al ejercido en años anteriores, tal como se desprende del análisis presentado en la exposición. “El presupuesto real ejercido por la delegación Benito Juárez en el año 2006 fue de 846 millones; cuatro años después, el presupuesto real ejercido por la delegación fue de 847 millones. Es decir, realmente sólo se identifica una diferencia positiva de un millón de pesos. Si a ello agregamos que, como parte del presupuesto se tiene que asumir el gasto que implica el presupuesto participativo que será definido por los comités vecinales; el gasto para dar cumplimiento a la Ley para la Atención Integral del Consumo de Sustancias Psicoactivas del DF y los pagos de obras que no se realizaron en años anteriores, el resultado es un decremento en el gasto para la operación en la prestación de servicios.”

Otro de los aspectos ponderados y acotados por el jefe delegacional, estriba en lo confuso que resulta para los ciudadanos de Benito Juárez distinguir entre las obligaciones y funciones que norman el actuar de la delegaciones políticas y el gobierno central: “Porqué puedo tapar este bache y ese otro no; porqué puedo podar esté árbol y aquel no; porqué arreglaste esta calle y no puedes arreglar la avenida principal o el eje vial; o bien, porqué sólo atiendes las fugas de agua menores y las mayores no”.

“Son preguntas e inquietudes legítimas que la ciudadanía plantea, que si bien podemos explicar; difícilmente podemos convencer”, apuntó Mario Alberto Palacios a los diputados integrantes de esta Comisión. El modelo de administración prevaleciente en el DF, que otorga solo algunas facultades a las delegaciones, no resulta apropiado en el contexto actual de mayor participación ciudadana que reclama mejor atención a sus peticiones.

El ánimo propositivo de la reunión, con un interés real de encontrar soluciones adecuadas, permitió plantear la necesidad de valorar la eliminación de las compras consolidadas; reducir la cantidad de procesos que requieren autorizaciones expresas de las dependencias del GDF para llevarlos a cabo y transferir la atribución y los recursos para atender vialidades primarias en materia de bacheo, señalización, poda y arreglo de banquetas, entre otros aspectos.

Se trata, en conclusión, de reconocer la madurez, responsabilidad y capacidad de gestión que tienen los órganos político-administrativos y su papel preponderante para el desarrollo de la ciudad.