Quienes sean sorprendidos arrojando el líquido a otras personas o desperdiciando, serán acreedores a multas que van de los mil 500 a los dos mil 800 pesos o a la privación de la libertad entre 25 y 36 horas.
Es importante que la población tenga conciencia de que es indispensable cuidar ese líquido, que cuesta mucho trabajo y dinero extraer y traer a la ciudad y que su escasez puede generar severos problemas sociales.