Se trata de una unidad 787-8, de las que Aeroméxico ha encargado nueve aparatos (cinco de ellos a través de la empresa de "leasing" IFLC, mientras que también ha realizado un pedido de otras diez unidades del 787-9, señaló Boeing en un comunicado.
"El Dreamliner ofrecerá a Aeroméxico ventajas operativas incomparables, grandes mejoras en el consumo de combustible y costes mucho menores", indicó en la nota Van Rex Gallard, vicepresidente de ventas de la compañía para Latinoamérica, Caribe y África.
Andrés Conesa, director de la compañía aérea mexicana, señaló en la nota que la llegada de este primer avión "supone un hito" para la historia de la aviación comercial mexicana.
Los 787 volvieron a prestar servicio comercial en Estados Unidos el pasado 20 de mayo después de haber permanecido en tierra desde enero pasado por un problema con las baterías ya resuelto.
Pocos días antes de ese vuelo Boeing había reanudado las entregas de ejemplares de este modelo, con una unidad para la aerolínea japonesa ANA, tras haberlas suspendido en enero pasado por problemas con un novedoso modelo de baterías.