Semarnat honrra la memoria de Mario Molina a 25 años del Premio Nobel de Química

Por sus investigaciones sobre el agotamiento de la capa de ozono, los científicos Mario Molina, Sherwood Rowland y Paul Crutzen recibieron el 10 de diciembre de 1995 el máximo galardón en el ramo de la ciencia, el Premio Nobel de Química.

3fb586ddbbd555341d4be360b34e6ebf2f4b7529w.jpg

El premio Nobel de Química (1995), Mario Molina.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales honra hoy al mexicano Mario Molina y a sus colegas por su enorme legado que impulsó avances en la investigación sobre la química atmosférica, lo cual propició acciones globales que se concretaron con el establecimiento del Protocolo de Montreal para la Protección de la Capa de Ozono.

El 11 de octubre de 1995, la Real Academia Sueca de Ciencias anunció que el Premio Nobel de Química se otorgaba a los tres científicos, en reconocimiento a sus investigaciones que demostraban que la emisión a la atmósfera de algunos gases industriales, provocaba el adelgazamiento de la capa de ozono, que protege la vida en la Tierra de las radiaciones dañinas del Sol.

Mario Molina y Sherwood Rowland, investigadores de la Universidad de Irvine, California, publicaron en 1974 en la revista Nature un artículo que señalaba que las continuas emisiones de clorofluorocarbonos (CFC), productos químicos industriales de amplio uso en la refrigeración y en equipos de aire acondicionado, ponían en peligro la integridad de la capa de ozono. Sus trabajos continuaron y fueron reforzados por los estudios de Paul Crutzen, quien hizo importantes hallazgos sobre el proceso de agotamiento del ozono estratosférico.

En 1985 la comunidad internacional suscribió el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, del cual emanó el Protocolo de Montreal, acuerdo internacional que regula el consumo y producción de las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) y que, actualmente, también promueve la reducción del consumo de gases utilizados como sustitutos de SAO, que no agotan la capa de ozono, pero contribuyen al cambio climático.

México es reconocido por sus avances en la aplicación de dicho Protocolo: ha eliminado 99% de su máximo nivel de consumo de SAO, al suprimir totalmente los clorofluorocarbonos (CFC), el bromuro de metilo, el tetracloruro de carbono y los halones. Actualmente, la disminución en hidroclorofluorocarbonos (HCFC), las últimas SAO en México, es del 79.5%. Asimismo, se han iniciado acciones para la reducción del consumo de los hidrofluorocarbonos (HFC).

El Protocolo de Montreal, establecido en gran medida gracias a los trabajos que Molina realizó junto a sus colegas, es considerado el acuerdo ambiental más exitoso del mundo. Los resultados en la aplicación de las directrices que contiene son tan positivos que se estima una recuperación total de la capa de ozono para el año 2060.

El reciente 7 de octubre de 2020 ocurrió el lamentable deceso de Mario Molina, un mexicano excepcional, pero perdura su legado a la ciencia y a la humanidad. En el aniversario 25 de la fecha en que recibió el Premio Nobel 1995, honramos su memoria.