Sarkozy anunció una licitación de ofertas para levantar 600 molinos, un proyecto que ha sido varias veces retrasado ante la oposición que genera entre grupos ecologistas.
Los molinos estarán reagrupados entorno a cinco parques, que entrarán en funcionamiento a partir de 2015 y que producirán la energía equivalente a dos centrales nucleares.
Sarkozy señaló que el objetivo de Francia es tener una industria eólica competitiva y, a medio plazo, poder exportar tecnología.