"El día de Nochebuena, Navidad y San Esteban los niños de hasta 15 años tendrán acceso al zoo por un simbólico precio de 4 céntimos de euro. Y en Año Nuevo eso se extiende a todos los praguenses", informó hoy el portavoz del zoo, Filip Masek.
Por cuarta vez consecutiva, la capital checa no organizará institucionalmente fuegos artificiales de Nochevieja y Año Nuevo, y la razón es que el río "representa un lugar de hibernación significativo para los pájaros acuáticos", según el portavoz del ayuntamiento.
Cada año se tenía noticia de cisnes y gaviotas heridas al chocar con cables en su intento de huir de los fuegos artificiales.
Praga tuvo su último despliegue pirotécnico en 2019, y al año siguiente, durante la pandemia del covid-19, sólo se permitió celebrar con fuegos artificiales en ciertas zonas, siempre lejos del río.
Praga ha lanzado además la campaña "Este año sin petardos", en la que insta a los visitantes, con un mensaje en checo y en inglés, a que celebren estas fiestas navideñas sin esos artefactos explosivos.