"Hasta febrero de 2024, más de 48.2 millones de personas, principalmente en Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur y Sudán, sufrían hambre severa", señaló la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en un comunicado remitido a EFE este viernes.
El fenómeno meteorológico El Niño, un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico, provocó condiciones más húmedas que desencadenaron inundaciones en la mayor parte de la región a lo largo del último trimestre de 2023.
Ese hecho, según OCHA, agravó aún más la situación en aquellas zonas que no se habían recuperado de las consecuencias de la "grave y prolongada" sequía de 2021 a mediados de 2023, la peor en cuarenta años.
La organización recordó que la región también sufre una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo, con al menos 17 millones de desplazados internos y 5.1 millones de refugiados o solicitantes de asilo.
"El conflicto es el principal motor del desplazamiento, con más de 6 millones de personas desarraigadas de sus hogares en Sudán, hasta enero de 2024, y 4.6 millones de desplazados internos en Etiopía", señaló.
Además, esta crisis provocó brotes de enfermedades como el cólera, el sarampión y la malaria, en un contexto de inseguridad alimentaria y malnutrición.
Sólo en febrero pasado se notificaron más de 80,000 casos de cólera y casi 34,000 de sarampión en toda la región, incluidos Burundi, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Tanzania.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la crisis climática es un factor que empeora la situación, ya que muchos brotes de esa infección diarreica surgen tras catástrofes naturales como inundaciones, ciclones y sequías, debido a la falta de agua potable.