"El Acuerdo de París está vivo y coleando y debemos asegurarnos de que, si no estamos alineados con el objetivo al que nos comprometimos en 2015, ¿cuáles son las señales, las formas de reorientar nuestras acciones para garantizar que el objetivo de 1,5 grados todavía sea alcanzable?", dijo la vicepresidenta tercera y ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.
Uno de los asuntos a debate es si en la documentación que la UE entregará a Naciones Unidas se reflejará su objetivo legalmente vinculante de reducir emisiones en un 55 % en 2030 respecto a 1990, como hasta ahora, o si debe actualizarse al 57 %, pues es la cifra que arrojan las proyecciones de las políticas adoptadas en los últimos años.
"Eso no debería ser controvertido (...). Es una estimación. Esto no es algo que signifique que estamos reabriendo el objetivo formal. Esta es la conclusión fáctica y el resultado fáctico en caso de que implementemos cada cosa. Y eso es lo que se refleja", dijo la titular española en funciones, en representación de la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Ribera agregó que reflejar ese 57 % es también una forma de mostrar que "la UE se compromete, pero también que implementa esos compromisos".
En la misma línea se mostró el nuevo comisario europeo de Clima, el neerlandés Wopke Hoekstra, quien pidió -a los países del este que se muestran reacios a actualizar el dato- que no se haga de ese punto un asunto "controvertido".
Otro de los debates es si la UE debe adoptar en su mandato el término "emisiones de combustibles fósiles no disminuidos o no aminorados", que proviene del vocablo inglés "unabated" y aún no tiene traducción jurídica en la jerga normativa comunitaria.
Se trata de un término que China e India introdujeron en el último momento en la declaración de la COP26 de Glasgow y que pasa por reducir las emisiones de ciertos sectores, por ejemplo a través de tecnologías para la captura y almacenamiento de CO2.
"Necesitamos reducir las emisiones de aquellos sectores difíciles de reducir, no de la generación de electricidad que puede contar con otras tecnologías que no necesitan recurrir a los combustibles fósiles", subrayó Ribera.
La vicepresidenta española en funciones agregó que habrá que reflexionar como ir eliminando los subsidios a los hidrocarburos para desprenderse de los combustibles fósiles "paso a paso" para garantizar "que haya energía asequible y segura para todos".
Más allá de poner de acuerdo a los Veintisiete, el verdadero desafío de la UE, que presume de liderazgo en políticas verdes, será convencer a las cerca de 200 partes que participarán en la conferencia climática de Naciones Unidas que arrancará a final de noviembre en Dubai.
"En realidad, para bailar el tango se necesitan 192 personas en lugar de las proverbiales dos. Por lo tanto, será muy difícil, será un ascenso empinado, pero no tenemos otra alternativa. Si no hacemos lo suficiente, el planeta estará en ebullición", resumió el comisario, quien junto con la presidencia española del Consejo será el encargado de negociar en la COP28.
Según la ministra sueca de Medioambiente, Romina Pourmokhtari, la UE deberá tratar de "reafirmar su posición global con ambición", también "asegurarse de que logra el compromiso de todas las partes del mundo".