"Baaaaaa bye (Aaaadios)", escribió hoy en Twitter el secretario filipino de Asuntos Exteriores, Teodoro Locsin, junto con una foto del buque MV Bavaria, de la naviera Maersk, que porta los contenedores saliendo del puerto de Subic, a unos 80 kilómetros de Manila.
La carga de los contenedores comenzó ayer por la tarde, operación que terminó hoy a las 03:00 de la madrugada (19:00 GMT del jueves), y el buque partió de Filipinas con destino a la ciudad canadiense de Vancouver a las 07:00 horas (23:00 GMT del jueves), informó en un comunicado la presidenta de la Autoridad Metropolitana de la Bahía de Subic, Wilma Eisma.
El buque con unas 2,450 toneladas de basura, que se exportó ilegalmente a Filipinas entre 2013 y 2014, hará una breve escala en Taiwán y está previsto que llegue el 22 de junio al puerto de Vancouver, para ser incinerada en la vecina Burnaby.
"Agradecemos al presidente Rodrigo Duterte su acción decisiva que ha logrado el cierre satisfactorio de este capítulo sórdido en nuestra historia. Este es un momento de orgullo para todos los filipinos", indicó Eisma.
En el último mes, el presidente filipino elevó la presión sobre el Ejecutivo canadiense para que se ocupara de la repatriación de sus residuos e incluso les amenazó con ir a la guerra.
El pasado 16 de mayo, Filipinas llamó a consultas a su embajador y cónsules en Ottawa, un día después de que expirara el primer plazo que habían dado a Canadá para sacar la basura, y el domingo prohibió los viajes oficiales de altos cargos a Canadá.
"Si Canadá no acepta la basura, la arrojaremos dentro de sus aguas territoriales", insistió el portavoz presidencial, Salvador Panelo, el pasado 22 de mayo.
Un día después de esa nueva amenaza, la ministra canadiense de Medio Ambiente, Catherine McKenna, anunció que habían contratado a una empresa Bollore Logistics para extraer de los puertos filipinos de Manila y Subic los 69 contenedores que todavía permanecían allí.
Del total de 103 contenedores que se exportaron a Filipinas entre 2013 y 2014 -que entraron clasificados como "material reciclable" pero contenían basura doméstica, pañales de adultos, periódicos y botellas de plástico-, 26 fueron enterrados en el vertedero de Tarlac, al norte de Manila.
Esos envíos provocaron varias protestas diplomáticas por parte de Filipinas, pero el Ejecutivo canadiense se negó en su momento a actuar alegando que el envío de basura fue "una transacción privada", no avalada por el Gobierno, de la firma Chronic Plastics.
En las últimas semanas también se han encontrado en los puertos filipinos contenedores de basura procedentes de Australia y Hong Kong, países a los que el Ejecutivo filipino ya ha pedido que se ocupen de la recogida de sus residuos.