"Eso puede perjudicarnos, y algo peor, que se tome medidas unilaterales que afecten a México, con la excusa de que no estamos cumpliendo con el convenio, que se decida, como en un tiempo se había propuesto, crear aranceles", expresó López Obrador en un evento en Ciudad Juárez.
El Tratado de Aguas establece que, por los ríos fronterizos, México debe entregar cada quinquenio cerca de 2,160 millones de metros cúbicos a Estados Unidos, aunque los mexicanos reciben a cambio 9,250 millones de metros cúbicos.
Pese a datar de 1994, ahora se ha desatado un conflicto político por el líquido en Chihuahua, por lo que México debe todavía 289 millones de metros cúbicos a menos de un mes de que venza el plazo, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
De hecho, la deuda de Chihuahua asciende a casi 320 millones de metros cúbicos porque otros estados fronterizos, como Coahuila y Tamaulipas, han incrementado sus aportaciones, de acuerdo con Conagua.
"Solo tenemos el faltante de la aportación de Chihuahua porque de manera muy oportunista y muy irresponsable ahora se volvieron nacionalistas y quieren que no se entregue el agua poniendo al país en una situación difícil", manifestó López Obrador.
Las declaraciones de López Obrador ocurren días después del reclamo del embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
"Yo espero que los Estados Unidos Mexicanos cumplan con sus obligaciones internacionales tal como lo hemos hecho nosotros", manifestó Landau el martes.
Aunque el diplomático no detalló sanciones, López Obrador insistió este viernes en que su Gobierno quiere "mantener una buena relación" con Washington, que hasta ahora ha "logrado porque ha sido una relación de respeto mutuo”.
También señaló que renegociar el acuerdo sería desventajoso para México porque el país recibe tres veces más agua de la que envía bajo los términos actuales.
“Pero si eso que nos corresponde entregar no lo hacemos, pues damos pie a que se incumpla con el convenio y se pueda dar motivo a que se revise", apuntó.
El mandatario está de gira este fin de semana en Chihuahua, donde visitará Ciudad Juárez y después se reunirá con supervivientes de la masacre a nueve miembros de la familia mormona LeBaron, que sufrió un ataque en noviembre pasado.
Aun así, el presidente descartó reunirse con el gobernador Javier Corral, del opositor Partido Acción Nacional (PAN), al que ha acusado de usar el conflicto del agua con fines electorales rumbo a 2021.
"Tenemos diferencias con el proceder de autoridades que están poniendo por delante el interés partidista", aseveró.