En un pleno del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino), Li reconoció que la economía china se enfrenta a "nuevos factores adversos y crecientes incertidumbres", por lo que insistió en dar una mayor prioridad a "estabilizar el crecimiento".
Acerca de este último objetivo, el 'premier' afirmó que las autoridades "aumentarán de manera significativa la adopción de políticas macro" para conseguirlo.
Pekín se ha puesto manos a la obra en las últimas semanas -por ejemplo, rebajando los tipos de interés- después de que la economía nacional creciese en el último trimestre de 2021 a un 4 % interanual, una de las tasas más bajas de las últimas décadas.
Por tanto, Li incidió en la "importancia" del desempeño gubernamental en un primer trimestre que será clave para "garantizar el buen comienzo del año".
Entre las medidas citadas por el jefe del Gobierno destacan "ayudas más potentes" para pymes y autónomos en apuros, políticas de apoyo específico para sectores que resultaron afectados por la pandemia o que sean motores de la generación de empleo o acelerar la construcción de "importantes proyectos", en línea esto último con los pronósticos de los analistas de que Pekín impulsará de nuevo la inversión en infraestructura para apuntalar el crecimiento.
Las acciones del Gobierno en los próximos meses, apunta la información, no solo tendrán por meta elevar la demanda sino también "garantizar la seguridad del suministro y estabilizar las expectativas del mercado".