La lluvia que este viernes cayó en Toronto así como el cambio de la dirección del viento mejoraron las condiciones en la urbe, señaló el Servicio Meteorológico de Canadá.
El miércoles, la calidad del aire en el área metropolitana de Toronto, donde viven unos 6 millones de personas, una séptima parte de la población de Canadá, alcanzó su peor punto y obligó a las autoridades a recomendar que personas de avanzada edad, niños e individuos con problemas médicos evitasen actividades en el exterior.
Aunque la calidad del aire está mejorando, unos 200 incendios siguen activos en el norte de las provincias de Ontario y Quebec. En todo Canadá la cifra es de 413, la mitad de ellos fuera de control.
Desde inicios de año, las llamas han consumido alrededor de 4.3 millones de hectáreas de bosque y vegetación, una cifra 16 veces superior a la media de la última década.
Autoridades y científicos han señalado el cambio climático como el factor que está causando esta excepcional cantidad de incendios.
Mientras, en Quebec, con unos 150 incendios forestales activos, las autoridades confían que la situación se estabilice en los próximos días gracias a las condiciones meteorológicas y la llegada de bomberos procedentes de varios países.
El primer ministro de Quebec, Francois Legault, confirmó el jueves que está prevista la llegada este viernes de 100 bomberos franceses. Otros 50 se desplazarán a la vecina provincia de Nueva Brunswick.
Además, Quebec tiene programada la llegada en los próximos días de unos 100 bomberos estadounidenses y 260 de otros países.
Quebec también está en conversaciones con países como Costa Rica y Chile para el envío de más personal si es necesario.
También el jueves, el presidente estadounidense, Joe Biden, ofreció al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, todo el apoyo para luchar contra los incendios cuyo humo ha afectado de forma inesperada a millones de personas en la costa este de Estados Unidos.
EE.UU. ya ha enviado unos 600 bomberos a Canadá y Biden ha dado órdenes a su Gobierno para que se usen todos los recursos federales necesarios para la extinción de los incendios.