En el trabajo, cuyas conclusiones aparecen publicadas en la revista Plants People Planet, han participado cincuenta investigadores de varias instituciones, entre ellos el Real Jardín Botánico español perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
El protocolo que han diseñado los investigadores va a permitir, según ha informado el Botánico, estudiar de una manera más pormenorizada y eficiente los bosques secos y recabar datos de interés sobre natalidad y mortalidad de árboles o cambios en la composición de especies.
El Botánico ha recordado hoy que los bosques tropicales, además de exuberantes y repletos de vegetación, incluyen también muchos espacios "secos" y en muchas ocasiones "olvidados", a pesar de su interés ecológico.
Estos bosques están adaptados a la estacionalidad de algunas áreas tropicales, y permanecen verdes y exuberantes solo una parte del año, en la estación lluviosa; durante el período seco los árboles pierden sus hojas y su exuberancia.
El área original ocupada por los bosques secos en el trópico Americano ha sido reducida considerablemente por el uso agrícola y urbano, han recordado los investigadores, y han observado que ahora sólo sobreviven pequeños parches aislados a lo largo del continente.
Agrupados en torno a la Red Florística Latinoamericana del Bosque Tropical Estacionalmente Seco los científicos han elaborado un protocolo que permitirá expandir el estudio de los bosques secos utilizando una metodología estandarizada para lograr una comparación más eficiente de las diferentes áreas de bosque seco neotropical.
La nueva herramienta, disponible en español, inglés y portugués, está diseñada para establecer parcelas permanentes con el fin de monitorizar el estado del bosque seco a lo largo del tiempo; en media hectárea de bosque, cada árbol es etiquetado, medido e identificado.
Se trata, ha explicado el Botánico, de tareas muy complejas debido a las características de los bosques secos tropicales (altas temperaturas, vegetación espinosa y presencia de muchos insectos).
El bosque seco es uno ecosistemas más amenazados de Latinoamérica, han subrayado los investigadores, y han destacado por ello la importancia de continuar con estudios para conocer su diversidad y entender su funcionamiento, pero también de acometer acciones de restauración y conservación de lo poco que queda de estos bosques en cada país.