Como un espacio de encuentro entre expertos, funcionarios, técnicos, académicos y estudiantes, el congreso convocó a 250 participantes. Setenta ponencias, ocho conferencias magistrales, diversos trabajos y discusiones se enfocan en identificar los desafíos y promover y compartir las innovaciones requeridas para la gestión de la agricultura de riego en México.
En su intervención, Felipe Arreguín Cortés, director general del IMTA, aseguró que actualmente se enfrentan grandes retos, como son el crecimiento demográfico, la escasez de recursos naturales y el impacto del cambio climático, los cuales nos obligan a replantear nuestros modelos de desarrollo. Precisó que en México se necesita mejorar la productividad del campo para producir alimentos, apoyar el desarrollo de las comunidades indígenas, aprovechar racionalmente los recursos naturales, proteger al medio ambiente y preservar y restaurar el equilibrio ecológico, buscando incrementar los recursos dedicados a la investigación, la innovación, el desarrollo tecnológico y la formación de recursos humanos. Por último señaló que la realización del Primer Congreso Nacional COMEII 2015 de Riego y Drenaje es oportuno para todos los que están relacionados y comprometidos con el campo mexicano.
Durante la primera jornada de trabajos, las conferencias magistrales abordaron temáticas como la sobreexplotación de acuíferos, a cargo del Felipe Arreguín Cortés; propuestas para el desarrollo hidroagrícola en el trópico húmedo, a través de Luis Rendón Pimentel, gerente de Distritos de Riego de la Conagua, y consideraciones y perspectivas de la agricultura de riego en nuestro país en las conferencias del Ing. Marco Alfredo Murillo, Presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica y del Enrique Palacios Vélez, investigador y docente del Colegio de Posgraduados, respectivamente.
Asimismo se presentó el análisis de experiencias de automatización del servicio de riego en comunidades regantes de España, a cargo de José Eduardo Sos Girbés.
La agenda temática incluye también el análisis de los retos a largo plazo para la ingeniería hidroagrícola, el establecimiento de estrategias específicas acorde con regiones particulares, y la vinculación de los aspectos de financiamiento para la infraestructura de riego, entre otros.