Las cuatro cabezas expuestas en una vitrina refrigerada de bajo consumo energético se esculpieron utilizando alimentos de origen local, muchos de los cuales son fundamentales para los medios de vida de los agricultores de la zona.
"Muchos de los alimentos que tienen su origen en estas zonas y que se utilizan en estas esculturas se ven amenazadas por el cambio climático que afecta actualmente a México", señaló Silas Birtwistle, uno de los artistas que crear estas cabezas gigantes.
"Queríamos que los delegados negociadores en la COP13 observaran por sí mismos la belleza de estos ingredientes y el papel fundamental que desempeñan en el bienestar de las comunidades rurales y, al mismo tiempo, dar voz a las comunidades rurales representadas en nuestras esculturas", agregó.
Por su parte, Margarita Astralaga, Directora de la División de Medio Ambiente y Clima del FIDA, afirmó que los agricultores tienen que trabajar con la naturaleza para crear un futuro donde la seguridad alimentaria sea verdaderamente sostenible.
"Con la exposición de estas cuatro cabezas hechas con alimentos, mostramos el auténtico desafío que supone el cambio climático y la sostenibilidad ambiental para los pequeños productores en los países en desarrollo", expuso.
El FIDA trabaja con los pequeños productores agricultores de varias de las zonas más alejadas el mundo. Muchos de los alimentos que estos producen, dijo, como el arroz en Camboya, trufa en Marruecos o bagre en Vietnam, se ven amenazados por el cambio climático y ambiental, que ejerce presión en la seguridad alimentaria local y nacional.
"La pérdida de biodiversidad y ecosistemas es real y se produce a diario, agravada por el cambio climático. Estamos observando un aumento de la incidencia de las sequias, las inundaciones, las plagas, el ascenso del nivel del mar, la salinización, la irregularidad de las precipitaciones , el carácter imprevisible de las estaciones, la disminución de los rendimientos y la erosión de la capa superficial del suelo en muchas de las comunidades en las que trabajamos", comentó Astralaga.
"Esto se produce en un momento en el que, habida cuenta del crecimiento demográfico, tenemos que ampliar las practicas agrícolas sostenibles y aumentar los rendimientos", agregó.