La estrategia comunitaria, que revisa el plan adoptado hace seis años, pretende marcar la línea de acción hasta 2027 para golpear al "lucrativo mercado negro del comercio ilegal de vida salvaje" que "contribuye al agotamiento o incluso a la extinción de especies" y "puede aumentar el riesgo de enfermedades zoonóticas" como la covid-19.
El tráfico de vida silvestre "se beneficia y contribuye a la corrupción al mismo tiempo que apoya otras actividades delictivas". "Hay pruebas claras de los vínculos entre el tráfico de vida silvestre, el crimen organizado (incluido el tráfico de armas) y el terrorismo", apunta el documento, que describe a la UE como un "centro logístico global para el tráfico de vida salvaje".
"Es un crimen grave y organizado y representa una amenaza directa y creciente para la biodiversidad, la seguridad global y el Estado de derecho", declaró en un comunicado el vicepresidente comunitario responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans.
Desde 2017, se ha producido una media de más de 6,000 incautaciones anuales de especies salvajes protegidas que van desde plantas medicinales hasta corales, reptiles, aves, plantas y mamíferos.
Las líneas de trabajo que esboza la Comisión para garantizar protección efectiva a especies como las anguilas o los pangolines, se da a conocer en vísperas de que a partir del 14 de noviembre se celebre en Panamá la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES CoP19).
En concreto, y como primer punto, la Comisión Europea quiere que la UE se centre en "prevenir el tráfico de vida silvestre y abordar sus causas fundamentales, reducir la demanda de vida silvestre comercializada ilegalmente, apoyar medios de vida sostenibles en los países de origen y luchar contra la corrupción en todos los niveles".
Bruselas marca como segunda línea de acción "fortalecer el marco legal y político", alinear las políticas comunitarias y las de los Estados miembros con los compromisos internacionales y buscar el compromiso de "los sectores comerciales relevantes del comercio de vida silvestre".
En tercer lugar, el Ejecutivo comunitario buscará "hacer cumplir las normas y políticas (...), mejorando la tasa de detección de actividades ilegales dentro de la UE" y, por último, la Comisión quiere "reforzar la asociación global entre los países de origen, los países consumidores y los países de tránsito".
La organización ecologista WWF aplaudió el plan de acción como "un paso decisivo en la lucha contra el comercio ilegal de especies silvestres" ya que "incorpora objetivos y acciones adaptados a los nuevos problemas" y permitirá a la UE "combatir los delitos contra la fauna y la flora silvestres con mayor eficacia en la región y en el mundo".
"Representa una gran oportunidad para que la UE reafirme sus compromisos en la lucha contra el tráfico de fauna y flora silvestres en esta crucial conferencia internacional sobre el comercio de fauna y flora silvestres, y ahora pedimos al Consejo y al Parlamento Europeo que lo respalden con firmeza", declaró WWF en un comunicado.