"No hacerlo pondría en riesgo la coherencia de la agenda estratégica de la UE, dificultaría la implementación de objetivos cruciales de clima, medio ambiente y sostenibilidad, y reduciría la capacidad de Europa para enfrentar múltiples conmociones y crisis en curso", indicó hoy esa antena medioambientalista de la UE.
La agencia, con sede en Copenhague, presentó este miércoles en Bruselas su informe "Perspectivas de la transición hacia la sostenibilidad en Europa. Acción a corto plazo, pensamiento a largo plazo", en el que analiza cómo mantener la senda verde y reforzar la coherencia a las políticas climáticas.
"La naturaleza de las muchas crisis que enfrentamos significa que ahora, más que nunca, necesitamos mantenernos firmes en nuestros objetivos y políticas de sostenibilidad a largo plazo y anclar estos objetivos ambientales y de bienestar en las nuevas áreas prioritarias como la seguridad y la competitividad", declaró la directora ejecutiva de la agencia, Leena Ylä-Mononen.
Además, agregó la alta funcionaria, la protección y restauración del medioambiente "deben ir de la mano con la justicia y la equidad".
El informe plantea varias posibilidades para "anclar" los objetivos medioambientales y climáticos a las políticas comunitarias y sugiere que la UE "necesita fomentar enfoques de bienestar sostenible que vayan más allá de los modelos económicos centrados únicamente en el crecimiento".
Más que en las políticas en sí mismas, el estudio prospectivo otorga un papel central a la "narrativa" climática, una palabra que aparece mencionada 45 veces en 70 páginas del informe, donde también tiene especial relevancia el concepto de "policrisis", con 78 menciones y definido como la "convergencia de crisis económicas, sociales, geopolíticas y medioambientales que juntas crear riesgos sistémicos para el mundo tal y como lo conocemos".
Se refiere también a que la triple crisis planetaria (clima, contaminación y biodiversidad), resultado de décadas de "un modo de desarrollo socioeconómico basado en la extracción extensiva de recursos naturales, alimentados por combustibles fósiles y se centra en una producción y un consumo cada vez mayores", lo que ha empujado "a la humanidad fuera de su espacio operativo seguro en el planeta".
En ese contexto, el documento avisa de que hay un "riesgo de que prioridades crecientes, multiplicadas y contrapuestas puedan excluir la sostenibilidad de la agenda política de la UE", y subraya que "el pensamiento a largo plazo debe estar continuamente anclado en un entorno político en constante cambio, que a menudo tiende a favorecer las decisiones a corto plazo".
En el área de competitividad, un concepto que ha ido ganando importancia en el debate comunitario en los últimos años, la agencia sugiere que se despliegue una "narrativa renovada" que alinee "competitividad" con "transición justa".
"Al resaltar los beneficios colaterales de invertir en el clima, la salud y la protección de la naturaleza, un enfoque de bienestar sostenible puede enriquecer y complementar el pensamiento económico más tradicional centrado en el PIB. Una narrativa de este tipo podría inspirar a otros países y mejorar el papel de liderazgo global de la UE", razona la Agencia Europea de Medioambiente.
En cuanto a la seguridad, otro concepto al alza en el bloque comunitario desde la invasión de Rusia sobre Ucrania, el estudio receta una "narrativa" que amplíe "la resiliencia para abarcar no solo los aspectos militares y de defensa, sino también preocupaciones sociales más amplias, como la resiliencia ecológica y social".
Por último, en lo relativo a la justicia y la equidad, el documento sugiere mayor "apertura de pensamiento" para integrar conceptos, subrayando, por ejemplo, que "la equidad también se cruza con la desigualdad en salud exacerbada por los peligros ambientales, enfatizando la necesidad de justicia en la construcción de resiliencia frente al cambio climático".