Esta ayuda humanitaria también se extenderá a las comunidades que los acogen ante la magnitud del desastre natural y la alerta de nuevas tempestades pasajeras en la misma región damnificada, donde el nivel del agua ha empezado a bajar.
Las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, donde el 93 % de ciudades y poblados han sido afectados, dejaron 164 muertos y 2.3 millones de damnificados, según cifras oficiales.
El Acnur indicó que más de 65,000 personas siguen en centros de alojamiento temporal.
Asimismo, comunicó que ha movilizado a la región siniestrada un equipo especializado en gestión de refugios, documentación y prevención de la violencia de género.